17/09/2023
Según Watzlawick, todo lo que hacemos conlleva un componente comunicativo, es decir, es imposible no comunicar. Los humanos somos seres sociales por naturaleza y tenemos la necesidad de comunicarnos.
Cuando hablamos con una persona no solo nos vemos influidos por lo que está ocurriendo entre nosotros, sino también por la interpretación personal que cada uno hacemos de los acontecimientos.
Así, el habla tiene, al menos, tres niveles de significados: lo que el hablante está diciendo, lo que el hablante piensa que está diciendo y lo que el interlocutor piensa que está diciendo el hablante.
Por lo tanto, para lograr una comunicación efectiva hay que tener en cuenta que:
– La realidad no existe de forma objetiva: cuando percibimos la realidad inmediatamente la valoramos según nuestra propia subjetividad.
– Existen mecanismos de pensamiento inconscientes o pensamientos automáticos, creados para ahorrar tiempo y energía mental, pero que a veces dificultan o destruyen la comunicación.
Al contrario de lo que puede ocurrir en el habla, la escucha es una tarea que requiere concentración y esfuerzo.
El cerebro humano tiene una capacidad de pensamiento de entre 350 y 700 palabras por minuto, en cambio, la capacidad de procesamiento de mensajes hablados apena supera las 130 palabras por minuto.
Tan importante es hablar como saber escuchar a nuestro interlocutor. La Escucha Activa es una de las herramientas más importantes cuando queremos que la comunicación sea de calidad, requiere comprender la totalidad del mensaje, buscando entender su significado.