06/09/2024
Con un gran amigo, Juan Valdez, nos pasamos todo el tiempo compartiendo nuestras reflexiones filosófico-teológico-antropológico-psicológicas y eso nos dio la idea de abrir el juego, crear un grupo donde podamos charlar de esa cosa profunda, de ese libro que estoy leyendo, de la pregunta que me estoy haciendo, que a veces no tengo nadie con quien compartir, o por quien ser escuchado. Bueno, para eso estamos…
Bienvenido al grupo Συμπόσιον (simposio, banquete, reunión), un entorno cuyo fin es lisa y llanamente la conversación amical sobre distintos temas relacionados con las disciplinas humanísticas. Con el fin de preservar un entorno agradable, la amabilidad y la apertura para escuchar al otro, sin pretender imponer posturas a machamartillo, nos ayudarán a despertar nuestra curiosidad y reconocer, como decía Tomás de Aquino, que "ni siquiera se puede agotar la esencia de una mosca". “El profeta monologante puede asombrar o abrumar, pero no conversa. Es como un tenista que quiere ganar el partido con un saque tras otro. Borges dice que toda la cultura proviene de un peculiar invento griego: la conversación. De pronto, un grupo de hombres decidieron algo extraño: intercambiar palabras sin rumbo fijo, aceptar las curiosidades y opiniones del otro, aplazar las certezas, admitir las dudas. De ahí proviene todo lo demás”.
Estos son los mandamientos del grupo:
1. Serás curioso con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas…
2. Ser curioso carga con el acuñado y preñez latina: “cuidadosidad”, serás cuidadoso con la realidad, la realidad será tu emergente, tu prioridad, por encima de toda elaboración sistemática previa que tengas sobre lo que discutimos. Por encima de toda afirmación, aserto, opinión o valoración.
3. La pregunta será tu adorno. Parida en el latin, percuntari es la actividad del navegante a través, “per”, el “conto”, la pértiga, garrocha o sonda con la cual medía la profundidad del cauce navegable. Acostúmbrate a preguntar. Acostúmbrate a medir la profundidad de todo lo que existe. Que la pértiga esté siempre en la punta de tu lengua, sondeando todo, haciendo ejercicio absoluto de tu condición de navegante.
4. Afirma única y exclusivamente cuando es necesario. Concientiza tu lenguaje. Tus palabras, aún afirmativas, apenas definen un cerco negativo de lo que no es aquello que estás afirmando (Omnis determinatio negatio est, Spinoza-Hegel) en tanto que significantes (Saussure). El otro escucha únicamente tus significantes (palabra en tanto que parte perceptible del signo), no toca tu experiencia existencial que da fundamento a lo que afirmas. Para el otro tu significante tiene significado únicamente si sintoniza en un hecho de su experiencia existencial que le sirva de aire a las alas de paloma (Kant) de las ideas abstractas del pensamiento. Sé consciente de eso, tus palabras, vueltas afirmaciones, sirven, son buenas, construyen sí sólo sí el otro puede encontrar en su historia, en su experiencia existencial la misma vibración sintónica con el ser que te permitió poner tu afirmación.
5. El error es la experiencia más común en el aprendizaje. Mucho más frecuente que el acierto. Pero si eres curioso, si la prioridad es la alteridad, el ser, la realidad, el error es tu trampolín hacia la verdad. Pero si tu prioridad es tu sistema, tus palabras, necesariamente vas a querer defenderlo, como un político a su imagen. Yerra tranquilo, estás entre amigos. No pactamos con el error, tomamos del brazo (y nos dejamos tomar del brazo) al que yerra, para que avancemos juntos en este obscuro camino tanteando, como ciegos que somos, las posibles respuestas.
6. Según Aristófanes en una fiesta de los dioses, Poros (Riquesas), tras embriagarse, se queda dormido en el jardín de Penia (Pobreza). Aprovechando la situación, Penia se une a él, y de esta unión nace Eros. Y así describe Platón a Eros, en boca de Diotima: “Pues el Amor (Eros), Sócrates, es así por naturaleza y tiene este origen. Debido a que su madre es pobre, es siempre indigente, tosco y descalzo, sin hogar, y yace siempre en el suelo, sin mantas, durmiendo a la intemperie junto a las puertas y en las calles. Debido a su padre, por otro lado, está al acecho de lo que es bello y bueno, es valiente, enérgico y un gran cazador, buscando siempre adquirir lo que le falta. Por tanto, no es ni completamente pobre ni rico, ni completamente ignorante ni sabio, sino que se encuentra entre ambos extremos, siendo siempre un amante de la sabiduría y en búsqueda de lo que aún no posee”. Eros es entonces hambre de crecer, no complacencia de lo que soy o sé. Sólo eso te pedimos curiosidad y hambre. El resto se te dará por añadidura…
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