02/07/2025
El cáncer de piel ha aumentado en los últimos años en las personas de raza blanca. Las radiaciones solares, además de ser causantes de quemaduras, envejecimiento cutáneo precoz y desarrollo de cataratas oculares, producen efectos cancerígenos sobre la piel.
El cáncer de piel aparece en las personas jóvenes y adultas, pero la prevención debe hacerse desde pequeños, evitando la exposición solar excesiva y protegiendo a los niños cuando están al aire libre
Es importante la protección de los niños porque tienen mayor sensibilidad a los rayos solares que la de los adultos, lo que aumenta su riesgo de quemaduras solares y daño en el ADN. Las recomendaciones para la prevención del cáncer de piel están muy claras:
• Evitar estar mucho rato al sol, aunque se utilice protector.
• Evitar el sol entre las 12 y 16 horas.
• Tener especial cuidado con los menores de 3 años. Protejerles con ropa, sombreros, gafas y protectores solares. Ofrecerles agua con frecuencia.
• Utilizar un protector solar que proteja frente a la radiación ultravioleta B y A (UVB y UVA).
• Aplicar el protector solar antes de exponerse al sol y repetirlo cada dos horas y después de bañarse.
• Utilizar el protector solar incluso los días nublados.
• Proteger la piel con ropa, camisetas y pantalones, y la cabeza con sombreros.
Es importante enseñar a los niños a identificar los cambios en sus lunares o la aparición de nuevas lesiones en la piel, para que puedan ser examinados por un médico a tiempo, siguiendo el ABCDE:
o Asimetría. Una mitad del lunar no coincide con la otra mitad.
o Bordes irregulares. Los bordes del lunar son irregulares o ásperos
o Color. El lunar es de distintos colores. Puede ser tostado, marrón, negro, rojo o de otros colores. O puede tener zonas que parecen haber perdido el color.
o Diámetro. El lunar mide más de 6 milímetros de diámetro, aproximadamente el tamaño de un borrador de lápiz. Sin embargo, algunos melanomas pueden ser más pequeños.
o Evolución. Un lunar cambia de forma, tamaño o color.