17/08/2025
Esta foto me la s**o una de mis tias en el patio de la casa de mi abuela materna, jugando entusiasmada con mis primos a ser cocineros. Mientras evoco ese recuerdo, mi cuerpo se conmueve y aparecen sensaciones que percibo como felicidad, picardía, amor, curiosidad.
Yo era una niña inquieta, charlatana, exagerada y teatrera, que participaba de todo aquello en lo que podía sentirse libre, útil, querida, aceptada, mirada, escuchada, cuidada y protectora. Dato no menor que hoy me define.
Protectora porque me cuidaron y porque me acompañaron a desarrollar una personalidad (más o menos) auténtica, espontánea, resolutiva, emprendedora, entusiasta, amable, amorosa. Siempre rodeada y afectada por vínculos más o menos respetuosos que no eran exclusividad de mis padres. Había abuelos, tíos y amistades. Lo más importante es que en ese más o menos, todxs entramaron algo en mi forma de ser, hacer y mi discursividad de hoy.
Trabajo por un presente donde las infancias que lleguen a mi, se encuentren con entornos más o menos oportunos, amables, estables. Donde haya tiempos y contactos de calidad, redes de apoyo y reciprocidad.
Donde todxs tengamos la apertura y la predisposición de aprender a acompañar las necesidades particulares de un sujeto en constitución, con más cuidado y respeto. 🥹🩷🙌🏼✨
Gracias a todos los niñxs que acompaño con tanto amor y responsabilidad, mi niña interior se conmueve constantemente y se mantiene viva, feliz, acompañada…
Con este collage quise significar algunos gestos de ellos 🩷🩷🩷