24/03/2024
¿Qué es el trastorno disociativo de identidad?
También es conocida como desorden de personalidad múltiple (DPM), presenta desconexión de su propia identidad, pensamientos, recuerdos, sentimientos o acciones, además de experimentar una fuga de la realidad, por lo que se enfrentan a dos o más personalidades.
Pueden surgir como respuesta a un trauma o como forma de huir de un recuerdo doloroso, a diferentes tipos de abusos, así como maltratos físicos sufridos principalmente durante la infancia, un entorno doméstico muy inestable o amenazador.
Pueden manifestarse en cualquier momento, y ante un gran estrés, suelen empeorar los síntomas, haciendo surgir brotes disociativos muy evidentes.
También suele manifestarse en la infancia debido a que es el período de formación de la identidad personal.
Presentan una identidad original formada por otro nombre, distinto carácter y comportamiento, género, memoria, tono de voz, vocabulario, etc. Generalmente esta personalidad original no es consciente de las demás personalidades.
Los síntomas pueden ser:
Pérdida de memoria,fragmentación de la personalidad, desconexión de uno mismo/del entorno o trastorno de despersonalización/desrealización, estrés agudo,
¿Como actúan?
La depresión, el uso abusivo de sustancias nocivas a la salud, los trastornos relacionados con la alimentación o los trastornos obsesivos compulsivos suelen ser síntomas relacionados con este tipo de trastornos. Suelen ser propensas a autolesionarse o presentan un comportamiento suicida, también pueden padecer algún tipo de disfunción sexual, además de escuchar voces de otras identidades (lo que podría confundirse con esquizofrenia). También pueden experimentar la sensación de que otras personas quieren realizar acciones desde su cuerpo, como si alguien quisiera comer utilizando su boca, por ejemplo. En el caso de los brotes esquizofrénicos, esta sensación se asocia a una fuente externa, no relacionada con uno mismo.
¿Cómo se diagnostican?
Mediante pruebas médicas físicas y psiquiátricas, Criterios de diagnóstico en el DSM-5, entre otros