13/10/2025
Hoy es el Día de las Psicólogas y los Psicólogos.
No hay mucho para celebrar cuando el discurso de la salud mental retrocede.
Cuando se medicaliza lo que debería escucharse.
Cuando se patologiza lo que podría alojarse.
Cuando el sufrimiento se traduce en química
y el síntoma se convierte en enemigo.
Pero más allá de señalar “al sistema”,
también necesitamos mirarnos.
¿Estamos sosteniendo la escucha,
o adaptándonos a los tiempos del rendimiento?
¿Estamos leyendo el malestar en su contexto social,
o aislándolo en diagnósticos?
¿Estamos acompañando procesos subjetivos,
o gestionando conductas?
En un momento en que se intenta volver a colocar a la Psicología
en un lugar subordinado;
en que proliferan terapias exprés e intrusismo profesional;
en que pareciera haber nostalgia de manicomio,
quiero recordar por qué elegimos esta profesión:
Porque privilegiamos la palabra, el lazo, lo no cuantificable.
Porque seguimos pensando que la escucha, el tiempo
y la disponibilidad son el camino para alojar el sufrimiento.