22/07/2020
Ganesha, el dios – (Mitología hindú)
Ganesha es el dios con cuerpo de gente y cabeza de elefante, hijo del dios Shiva y la diosa Parvati. Cuenta la leyenda que su padre Shiva siempre estaba ausente, luchando en las guerras contra los demonios, así que no le vio nacer. Cuando su madre se bañaba por las tardes le decía a Ganesha que cuidara de la puerta del palacio. Que vigilara la puerta y no dejase pasar a nadie y Ganesha así lo hacía durante todos los días. Pero un día al retornar su padre de los campos de batalla, Shiva pidió a Ganesha permiso para pasar, pero Ganesha no reconoció su padre y muy fiel, de ninguna manera le liberaba el paso. Shiva se enfadó tanto que le cortó la cabeza, no reconociendo que era su hijo.
Parvati muy triste, lloraba desconsoladamente y Shiva delante de tal descontento prometió a Parvati que bajaría a la tierra y repondría la cabeza de su hijo con la del primer ser que encontrase. Sí, exactamente, el primer ser con que se tropezó fue elefante.
Desde entonces se le conoce como el dios rompedor de los obstáculos y dificultades. Se le considera también como dios de la buena suerte, cuidador de los hogares y negocios.
La figura de Ganesha, como todos los arquetipos de la mitología hindú está llena de significados:
Oreja grande: para escuchar mejor y asimilar ideas
Cabeza grande: Buena memoria e inteligencia
Hacha mano derecha superior: corta las ataduras y los obstáculos
Ojos pequeños: Para mantener la concentración
Boca pequeña: Para hablar menos
Cuerda mano izquierda superior: para alcanzar nuestras metas
Un colmillo: Para retener lo bueno y quitar lo malo
Mano derecha inferior levantada: bendiciones para tu camino
Trompa: capacidad de adaptarse a situaciones diversas
Barriga grande: para digerir las partes buenas y las malas
Bol mano izquierda inferior: simboliza los premios y recompensas
Ratón mirando el bol de laddus: los deseos incesantes de nuestra mente. Si la tenemos bajo control nos ayuda a armonizar el caos que ella nos puede llevar.
Se decía también que era un dios muy goloso, amante de los dulces y era frecuente que apareciera con un colmillo roto, pero no se le rompió por comer dulces, sino luchando contra un demonio. Para vencerlo, al final lo convirtió en un ratón y, es curioso, ¿no saben que, a los elefantes, a pesar de su gran tamaño y fuerza, tienen mucho miedo de los ratones?
Su capacidad de concentración, hablando menos y escuchando más, le proporciona una gran inteligencia que hace con que conquiste sus metas, cortando todos los obstáculos que va encontrando por el camino. Pero durante su camino, tiene la capacidad de retener lo bueno y quitar lo malo, adaptándose a las situaciones adversas, porque sabe que nuestra mente está llena de deseos y lo mejor es tenerla bajo control evitando el caos, para que al final del camino encontremos con nuestra recompensa.
Mantra: Om ganaphataye namaha