
06/10/2024
¿QUE DIFERENCIA HAY ENTRE MEDITACION Y MINDFULNESS?
La meditación es un nombre general que engloba muy diversas técnicas: se pueden usar visualizaciones, la mente analítica, procesos de pensamiento positivo, y trabajos de estabilización mental o indagación sobre los procesos de la conciencia.
El mindfulness o atención plena es un tipo de meditación.
Meditación y mindfulness
“El mindfulness —dice Lama Tashi Lhamo— es meditación, y está tanto en el budismo como en el hinduismo. Es la primera técnica de meditación que se aprende. Se ha extraído del contexto espiritual y se ha acercado con un lenguaje psicológico a Occidente. Se ha hecho muy accesible porque se ha sabido presentar bien”.
Tras esta primera apreciación, nos dice: “El asunto es delicado, porque el mindfulness se entiende en algunos ámbitos de un modo únicamente materialista. En ellos se aplica la atención plena a la eficacia y para a automatizar mejor procesos. Y es triste que se popularice para sacar un rendimiento y como un producto de consumo, porque su fin es estar al servicio del desarrollo pleno de la persona”.
Otra cosa que se objeta, es que a la práctica de Mindfulness se le está pidiendo demasiado. Parece que vale para todo. Entonces se convierte en un globo que explotará, sin embargo, está ayudando a que la gente supere los estereotipos y resistencias que tiene ante la meditación”.
“Cuando se exagera algo, luego se degrada si las expectativas son muy altas. El mindfulness está dirigido al mercado como producto de consumo. Cuidado con exagerar: una cosa es descubrir que el mindfulness puede ser efectivo para reducir el estrés, y otra pensar que es la solución para todo”.
“Hay una diferencia importante entre el mindfulness que se ha extendido en Occidente y el mindfulnes de la meditación. Este último requiere una actitud altruista y busca el despertar espiritual”.
Meditación y el ejemplo de la serpiente y la soga:
La meditación comienza con una práctica de atención plena en la que la persona toma contacto en el aquí y ahora con su pensamiento y percepción sin coacciones.
Lama Tashi Lhamo pone este ejemplo tradicional: “Atardece. Hay un sendero, y una soga al final del camino. Pero estamos lejos y es casi de noche. Lo que ves parece una serpiente y reaccionas como si lo fuera. En tanto que pasas miedo, la serpiente existe para ti. No es real, pero para ti sí, es virtualmente real. Tiene la virtud de provocar un efecto en ti sin ser real. Es una percepción errónea”. No es lo que es, es lo que interpretamos lo que nos afecta! Sucede todo el tiempo.
“La meditación, sería acercarte con prudencia e investigar si realmente es una serpiente, hasta ver que en realidad es una simple soga”.
Este descubrimiento no se hace a través del pensamiento. Necesitas un elemento que no sea pensamiento para descubrir la presencia del pensamiento.
Las palabras y la meditación.
Sensibilidad, ternura, apaciguamiento, flexibilidad, estas palabras y alguna otra, como generosidad o tolerancia, están desvalorizadas, pero una práctica profunda de la meditación no se puede desvincular de ellas. Son palabras sagradas. Para llegar a ellas en escencia hay que hacer frente a o tres elementos, “los tres velos”, que nublan y hay que despejar: “ignorancia, apego y rechazo.”
“La meditación no es crear un estado ideal con el que te identificas, no se puede eludir la confusión. Se trata de despertar a ti mismo, tanto en situaciones gratas como ingratas.
En la meditación no conviene ser autodidacta; hace falta una vía de transmisión con maestros cualificados que ya han recorrido ese camino y sirven de guias.
“La meditación es un camino espiritual, pero no es una vía de creencia, sino una vía de conocimiento. No da algo que no tienes, no son cosas aprendidas. Son cualidades que tienes, y que desarrollas o descubres de ti mismo.
Conviene meditar todos los días, empezando por unos 15 minutos y mejor por las mañanas. Existen ejercicios de meditación formal e informal con los que poder ir trabajando progresivamente, con constancia y asiduidad.
La meditación es investigación, exploración, autoconocimiento. “Salimos de viaje, y vamos a París. Es crucial saber dónde está París. Pero igual de importante es saber de dónde sales. Si sales de Huesca, o de Berlín, o de Madrid. París está donde está y el destino no cambia, pero la ruta sí. Mucha gente se acerca a la meditación y le importa saber dónde está París, pero no se preocupa de saber su punto de partida.
Por eso es tan importante el autoconocimiento para poder alcanzar el destino”. Porque muchas veces cuando interpretamos la realidad ya lo estamos haciendo de entrada desde un punto de vista inadecuado. No vemos el mundo que es, vemos el mundo que somos, y no hay que olvidarse que los pensamientos no son los hechos, de la misma forma que por más que se parezcan, jamás hemos de confundir el mapa con el territorio real.