18/07/2025
La fascia muscular es una capa de tejido conectivo fibroso que envuelve y separa los músculos, permitiendo que trabajen de manera independiente y coordinada, todos los músculos del cuerpo se encuentran dentro de envoltorios de fascia y todos ellos están conectados entre sí a través de ella. Ésta también contribuye a la transmisión de fuerza, estabiliza las articulaciones y protege estructuras internas como vasos sanguíneos y nervios.
Las capas de éste tejido conectivo se afirman alrededor de la postura habitual de la persona, la cual suele depender de factores emocionales, algunos que traemos desde la infancia. Por ej personas muy tímidas esconden su cabeza entre los hombros y esa postura se hace habitual, generando incomodidades a largo plazo. Cuando la persona toma consciencia de esa postura intenta corregirla y por momentos, lo logra, pero con mucho esfuerzo. Eso sucede por que las fascias tienen memoria emocional, y nos llevan de vuelta al sitio seguro, permitiendo adoptar solo las posturas que favorecen estados mentales y emocionales que nos resultan familiares.
Mantener hábitos posturales es una forma mediante la cuál la mente contiene y restringe las posibilidades de elección. La mente establece su campo de acción, más allá del cual no nos está permitido movernos. Nos impide "volvernos locos", es una especie de camisa de fuerza para resguardarnos en la seguridad de lo familiar. Estás limitaciones fasciales nos hablan sobre nuestras zonas prohibidas, las áreas emocionales y mentales que están fuera de los límites. Por ej un pecho cerrado sobre sí mismo protege al corazón y mientras no haya adaptación ósea a dicha postura puede trabajarse sobre las fascias para abrir el pecho. Por eso las posturas que más difíciles resultan son las que mayor recompensa suponen, por qué las limitaciones más rígidas son las que más esconden.