10/10/2023
PRATYAHARA, SAMYAMA a la Luz de los Yoga Sutras
PRATYAHARA
Mediante las prácticas de yama, niyama, asana y pranayama, se domina el cuerpo y su energía. El estadio siguiente, pratyahara, logra la conquista de los sentidos y la mente.
Cuando la mente está madura para la meditación, los sentidos descansan tranquilos y dejan de importunar a la mente para su gratificación. La mente, que hasta ahora actuaba como puente entre los sentidos y el alma, se libera así misma de los sentidos y se vuelve hacia el alma para disfrutar de su elevación espiritual. Todo ello es el efecto de disciplinas aparecidas en Sadhana Pada. Pratyahara, resultado de la práctica de yama, niyama, asana y pranayama, conforma la base para dharana (concentración), dhyana (meditación) y samadhi (absorción total). Mediante la práctica de esos cinco estadios del yoga, se atraviesan todas las capas o envolturas del sí-mismo, desde la piel a la consciencia, siendo subyugadas y sublimadas a fin de permitir que el alma se difunda uniformemente por todas partes. Eso es verdadero sadhana.
SAMYAMA
Patanjali empieza Vibhuti Pada con dharana, concentración, y señala algunos lugares en el interior y exterior del cuerpo que pueden ser utilizados por el buscador para la concentración y contemplación. Si puede mantenerse dharana sostenidamente, desembocará en dhyana (meditación). Cuando el meditador y el objeto sobre el que se medita se convierten en uno, dhyana desmboca en samadhi. Así pues, dharana, dhyana y samadhi están interconectados. Patanjali denomina samyama a esta integración. A través de samyama, la inteligencia, el ego y el sentido de individualidad se retraen hacia su semilla. Entonces, la inteligencia del sadhaka brilla con el fulgor de la sabiduría, y su comprensión está iluminada. Dedica su atención a una progresiva exploración del núcleo de su ser, el alma.
Fuente: "Patanjala Yoga Pradipika" de B.K.S. Iyengar