03/12/2025
⚠️ Durante mucho tiempo, hablar de salud mental fue visto como un lujo, un tabú o un signo de debilidad (para muchos aún lo es).
Hoy algunos dicen que "está de moda", pero lo que realmente está ocurriendo es que, por fin, estamos mirando de frente lo que siempre estuvo ahí.
La salud mental no es tendencia: es cómo duermes, cómo trabajas, cómo reaccionas, cómo expresas cariño, cómo te hablas, cómo pones límites, cómo crías, cómo escuchas y cómo te relacionas contigo y con otros.
Aunque parezca que hoy "todo es ansiedad, todo es depresión, todo es trauma, todo es terapia", en realidad lo único que está pasando es que estamos nombrando lo que generaciones enteras tuvieron que callar para sobrevivir. Se normalizó vivir en modo automático: aguantar, endurecerse, evadir, funcionar sin sentir. Ese estilo de vida tiene costos emocionales, físicos y relacionales. Y se pagan, aunque no se hablen.
Por eso cuestionarte y auto-observarte puede ser una moda, pero más que eso, es un punto de inflexión.
Cuando te detienes a mirar lo que sientes, cómo
reaccionas y qué estás cargando, empiezas a tomar decisiones menos impulsadas por el automático y más guiadas por conciencia. Te vuelves más clara contigo y con otros, dejas de repetir patrones heredados sin cuestionarlos, reconoces tus necesidades antes de colapsar, aprendes a poner límites sin culpa y empiezas a vivir con mayor coherencia interna.
Cuidar tu salud mental:
Es romper una herencia.
Es evitar que el dolor se vuelva estilo de vida.
Es dejar de normalizar la irascibilidad, la ausencia, el control o el miedo (en exceso).
Así que si estamos hablando de "modas", mirar hacia adentro es en la mejor que puedes caer.
Porque es la única que, en lugar de distraerte, te
devuelve a ti.
Y todo lo que no se atiende por dentro, tarde o
temprano aparece afuera.