23/10/2020
Parálisis cerebral infantil
La parálisis cerebral infantil (PCI) es un grupo de trastornos que afectan la capacidad de una persona para moverse y mantener el equilibrio y la postura. Es la discapacidad motora más frecuente en la niñez.
Por desgracia no existe ningún tratamiento que regenere las áreas cerebrales lesionadas, así que el tratamiento se dirige a mejorar la movilidad y la postura.
Si se deja a su evolución natural el pronóstico es malo. La espasticidad acorta los músculos y los tendones impidiendo el crecimiento adecuado de los huesos (ya que son fuerzas que actúan en sentido opuesto). Aparecen deformidades óseas, luxaciones y contracturas articulares, que obligan al paciente a compensar estas alteraciones con posturas y movimientos anómalos.
La atención temprana es fundamental para ayudar al neurodesarrollo de los niños con PCI y cualquier tratamiento específico de la PCI debe tener muy presentes estos objetivos:
Reducir los efectos de la PCI sobre el neurodesarrollo global
Dirigir los esfuerzos a mejorar el curso del neurodesarrollo
Usar las terapias adecuadas para compensar los déficits y eliminar barreras
Evitar o reducir la aparición de complicaciones secundarias o asociadas a la PCI
Atender y cubrir las necesidades de la familia y el entorno del niño
Implicar al niño en la intervención
Aumentar la cuncionalidad del niño para que realice las actividades de la vida diaria básicas (comer, vestirse, ir al baño, trasladarse de un lugar a otro)