La leche de almendras contiene numerosas propiedades: aporta vitamina B, favorece el metabolismo y, al mismo tiempo, al contener fibra soluble e insoluble protege la pared del intestino, sobre todo a favor del colon, que ayuda a regular la absorción de los azúcares y el colesterol. Las hechas en forma casera son totalmente naturales, vegetales y equilibrada y no contienen conservantes ni aditivos, tampoco gluten, lactosa o colesterol. Pero también existen en el mercado, en dietéticas y cada vez más, en algunos supermercados, leches de almendras de distintas marcas. En esos casos es importante que te asegures que no tengan aditivos ni conservantes para saber que tienen todos los beneficios propios de las almendras.