Hola soy la Dra. Carolina Olguin, la mamá y doctora que está detrás del cuidado buco-dental de los pequeños que llegan a Molaria.
Déjame contarte un poco de mi historia, mis miedos, retos y esfuerzos que dieron fruto a “Molaria”
Todo comienza por el 2008, cuando nació mi primera hija, Valentina. Quedar embarazada en mi segundo año de la carrera de odontología fue una motivación más, sabía que ser profesional sería muy importante para su vida.
Terminé la carrera en el 2011 y en seguida empecé a ejercerla con la ayuda de docentes que me cedían espacios en sus consultorios para ganarme mis primeros clientes. Fue en este punto donde nace mi inclinación a la atención de los niños.
En la universidad había llevado materias especializadas en odontopediatría y sabía que la atención a los niños tenía que ser diferenciada, en la infraestructura y diseño del consultorio, como también en la preparación y adaptación del niño para una correcta intervención, aspecto que era poco común en esas épocas en Santa Cruz y yo quería eso, quería cambiar sesiones dentales un poco traumáticas en divertidas para los niños.
Sin pensarlo decidí prepararme en esta rama, me inscribí a varios cursos, uno de ellos fue una media beca para estudiar en EEUU que me ayudó a mejorar mis habilidades como ortodoncista. A mi vuelta, se me dio la oportunidad por optar por una especialidad en odontopediatría, la cual aproveché sin pensarlo. Todo esto lo hacía mientras trabajaba y de apoco fui convirtiéndome en la Dra. que se encargaba de atender a los niños que llegaban al consultorio, fue duro, pero sabía que valía la pena.
Terminé la especialidad en el 2017 y decidí a poner mi propio consultorio, con la ayuda de mi familia y parte del dinero que tenía ahorrado me compré mi propio sillón y empecé a atender a los pequeños, costó al comienzo, pero poco a poco empecé a tener mis pacientitos, todo estaba funcionando, la lista de pequeños cada vez crecía más. Por otro lado, Dios me bendijo con dos hermosos niños más, Andresito y Ema Sofía. Todos estos golpes de emociones me motivaron a pensar que era momento de pasar al siguiente nivel, convertir mi pequeño consultorio en una clínica odontológica exclusivamente para niños.
Es así como en este año nace “Molaria”, el nombre está inspirado en un mundo de fantasía donde una de las principales razones de permanecer allí es tener una sonrisa linda y saludable.
Considero Molaria como un bebé más y un gran reto del cual estoy con todas las ganas de llevarlo adelante, por el momento seguimos siendo un pequeño consultorio que está ubicado en la Av. Landívar, calle Alfredo Román, pero el objetivo ya está claro y tengo la convicción de que podré aportar a esta bella ciudad con la clínica en la que cada niño disfrute ir.
Quisiera despedirme, no sin antes decirte que, soy testigo fiel de que si le pones amor a todo lo que haces te sorprenderás con los resultados, es por eso que me comprometo a ponerle mucho amor al cuidado dental de tus niños.