
25/07/2025
Hace 3 años decidí tomar la decisión más radical de mi vida: confiar en mí y soltar todo lo que creía era mi pilar y la decisión no fue fácil ni “exitosa”, estaba cansada de aferrarme a cosas que me recordaban mi inmensa dependencia de estar segura y hacer lo que sabía, miré adentro y estaba muy frágil, tropecé conmigo y todos mis miedos, me llevé al extremo emocional, pero había algo que nunca solté: la conciencia de mi responsabilidad individual. Parecía insuficiente, pero era lo que tenía y me miré con compasión, me propuse valorar lo que antes no me acabó y empecé a fijarme metas pequeñas, había días que solo era mantenerme de pie, o limpiar, o alimentar a un gato; y había otros en los que dejaba que el sol me caliente lo suficiente para sonreír.
No me quedaba más que confiar en el proceso, un paso, un respiro profundo y un salto de fe. Festejé con un “estás bien” cada paso alcanzado recordándome lo que me había llevado a tomar esta decisión: “saberme estancada y en mi supuesta zona de confort”.
Hoy soy dueña de mis “si” y de mis “no”, me permito bajarme de planes cuando no conversan conmigo, miro con distancia las ambiciones económicas que me alejan de mis convicciones y me permito amar de manera auténtica. Me desafío como nunca y eso me llena de propósito… también tengo flojera y la disfruto sabiendo que a la única que rindo cuentas es a mi cuota proporcionada de expectativas. No puedo todo y eso me hace feliz y resulta que con todo y lo complejo de amarse, la verdadera zona de confort es ser consciente de los límites y bordes que hacen a tus sueños y acompañar en los de las personas que amas sabiendo que sin importar el resultado, es súper entretenido esto de vivir.
Eres tu centro, cuídate ahí donde más te duele, no para sentir autocompasión ni para detenerte, sino para reconocer que es ahí donde más tienes que invertir, la mayor dulzura, el único egoísmo sano porque para cuidar de los otros que amas, necesitas una cuota sana de amor propio y estar orgulloso/a de las cosas que no permitiste que te quiten el valor y la ilusión de vivir.
Si te sirve para empezar, toma ese consejo prestado hasta que descubras tu propia matriz de resultados.
La verdadera apuesta es confiar en ti, el resto es un acertijo entretenido. ✨