30/01/2023
Para la Organización Mundial de la Salud, no es suficiente llevar una vida libre de enfermedades. La salud comprende en realidad el completo bienestar físico, mental y social. Es decir, la promoción de la salud depende de cada persona, del colectivo y de las políticas públicas. Es un esfuerzo que tiene varios frentes, y Naciones Unidas tiene metas muy específicas y oportunas para el tema.
Lo que más preocupa hoy a la ONU son las muertes consideradas prevenibles, que aún ocurren en muchas partes del globo. Son muertes que podrían haberse evitado, en todo o en parte, por acciones efectivas de los servicios de salud o por políticas públicas. Esta categoría incluye, por ejemplo, la mortalidad materna, neonatal y prematura, que tienen tasas altas en algunos países. Los datos presentados por las Naciones Unidas muestran que se han logrado algunos avances en esta área: desde 1990, las tasas de mortalidad materna han disminuido en un 45% por ciento en todo el planeta.
La mortalidad y las infecciones por enfermedades prevenibles y tratables también han disminuido en las últimas décadas. En los últimos 30 años, la cantidad de niños que mueren a causa de enfermedades como el VIH, la tuberculosis y la malaria se ha reducido a la mitad como resultado de iniciativas globales de prevención. Las nuevas infecciones por el VIH se redujeron en más de un 30 % entre 2000 y 2013, y más de 6,2 millones de personas dejaron de estar infectadas por el paludismo.
A pesar del progreso, más de 6 millones de niños todavía mueren cada año antes de cumplir cinco años. Muchos, por enfermedades que se pueden prevenir, como la tuberculosis y el sarampión. El sida sigue siendo la principal causa de muerte entre los adolescentes del África subsahariana. Y la mortalidad materna es un problema importante en muchas áreas rurales, donde solo el 56% de los nacimientos son atendidos por personal calificado.