20/11/2025
Ser madre le cambió la vida… y también sus prioridades.
Todo giraba en torno a sus hijos, su familia, su casa.
Y sin darse cuenta, se fue dejando para lo último.
Hasta que un día entendió algo que lo cambió todo:
si ella no estaba bien, tampoco podía estar bien para los demás.
Aprendió a priorizarse sin culpa. A reservar un ratito para cuidarse, para moverse, para conectar con su cuerpo. No necesitaba horas… solo un pequeño espacio para ella.
Y ese pequeño espacio lo transformó todo.
Ahora se siente más plena, más fuerte y con más energía para compartir momentos de verdad con su familia.
De hecho, ha vuelto a patinar después de años —y dice que poder hacerlo junto a su hija está siendo uno de los regalos más bonitos de esta etapa.
Cuando una mujer empieza a cuidarse, no solo cambia ella.
Cambia su hogar entero.
Cambia la forma en la que vive.
Cambia la manera en la que se siente consigo misma y con los suyos.
👉Si tú también quieres priorizarte y vivir con más vitalidad y energía, escribe FPS y vemos tu caso :)