11/07/2024
LA PERCEPCIÓN DIRECTA DE LA ENERGÍA
A pesar de que nuestras vidas dependen de la continua circulación de energía a través de los canales gobernador y funcional, su cantidad, calidad y movimiento suelen ser insuficientes para el alto nivel de salud y vitalidad que nos corresponde por derecho propio. Desde el punto de vista taoísta, sólo mediante una percepción directa de esta energía podemos corregir la situación. "El conocimiento del flujo de energía en nuestro cuerpo ayuda a comprender que la órbita microcósmica debe mantenerse activamente abierta para acomodar e incrementar el movimiento del Chi. Cuando no sabemos cómo consevar, reciclar y transformar nuestra fuerza interior a través de esta vía, nuestro consumo energético se torna ineficiente se torna tan ineficiente como un coche que recorre poca distancia consumiendo mucha gasolina. Al practicar la meditación de la órbita microcósmica podemos entrar en contacto con nuestro flujo de Chi y localizar bloqueos o puntos débiles en este canal, para luego corregirlos. Esto nos ayudará a utilizar de forma más eficiente y a conseguir un 'kilometraje' más provechoso".
La mayoría de nosotros, si somos francos con nosotros mismos, -debemos admitir que tenemos muy poca percepción directa no sólo de nuestra fuerza vital, sino también de las partes más importantes de nuestro cuerpo- nuestro vientre, el pecho, la cabeza, y la espalda-. Cuando sí percibimos estas zonas, es generalmente porque ha surgido alguna especie de malestar, como el dolor de cabeza, etc., señales de que nuestra energía está bloqueada en algún canal o no se mueve como debiera. No obstante, a través del trabajo con la órbita microcósmica, comenzamos a percibir estas áreas con más frecuencia en el curso de nuestra vida, junto con cualquier tensión que pueda estar desarrollándose. Y es más: nuestra conciencia se expande gradualmente y comenzamos a tener impresiones más directa de nuestro cuerpo desde dentro hacia fuera en relación con los movimientos y bloqueos de nuestra fuerza vital. Cuando aprendemos a experimentarla directamente a través de nuestra percepción, la órbita microcósmica se manifiesta a sí misma como un canal omnipresente hacia los espacios interiores y centros energéticos de nuestro Ser. Y a través de las impresiones de la circulación de nuestra energía interna dentro del marco de estos espacios y centros puede tener lugar una verdadera transformación en nuestro cuerpo y psique, una transformación que puede ser la base de nuestra salud y desarrollo interno.
EJERCICIO
DESPIERTA LOS CENTROS
DEL CANAL FUNCIONAL
CENTRO DE LA GARGANTA (HSUAN-CHI)
Una vez que alcances el punto del entrecejo (Yintang), haz que la lengua toque el paladar, en el punto inmediatamente posterior a los dientes superiores, y sigue así durante el resto del ejercicio. (Una buena ubicación es punto hacia el que la lengua va naturalmente al pronunciar la "law".) Ahora deja que tu atención comience a descender por el canal funcional a través de la boca, la lengua y hasta el centro de la garganta. Una vez más respira hacia adentro y fuera de este centro hasta que comiences a sentir una sensación de apertura. Este centro, que incluye las glándulas tiroides y paratiroides, se localiza en el espacio similar a una V que se encuentra en la parte inferior de la garganta, justo sobre el esternón. La función de este centro incluye el habla, los sueños, la producción de hormonas del crecimiento y la regulación del metabolismo. Cuando este centro está cerrado la persona se siente bloqueada y no tiene deseos o bien es incapaz de comunicarse o de cambiar. Cuando este centro se abre la persona es capaz de comunicarse claramente, incluso con elocuencia, y sus sueños son más lúcidos.
CENTRO DEL CORAZÓN (SHUAN-CHUNG)
Luego deja que tu atención se dirija al centro del corazón, aproximadamente cinco centimetros por encima de la parte inferior del esternón. Desde el punto de vista energético, el centro del corazón se encuentra entre los pezones del hombre y aproximadamente tres centimetros por encima de la parte inferior del esternón en la mujer. La apertura del centro del corazón es muy pequeña, así que este centro puede bloquearse o congestionarse con facilidad. Rige este órgano además del timo, que es una parte importante de nuestro sistema inmunológico. Cuando este centro está cerrado la persona siente diversas emociones negativas, incluyendo arrogancia, pena por sí misma, impaciencia y odio. Cuando este centro se abre la persona siente alegría, amor, paciencia, franqueza, por sí misma y por los demás.
CENTRO DEL PLEXO SOLAR (CHUNG-KUNG)
Ahora deja que tu atención se dirija al plexo solar, a tres cuartas partes del espacio que separa el ombligo y la parte inferior del esternón. Este centro se relaciona con diversos órganos, incluyendo el estómago, el bazo, el páncreas y el hígado. Los taoístas creen que en la "caldera" del plexo solar, la energía sexual (Ching) y la energía de la fuerza vital (Chi) se transforman en energía espiritual (Shen). Cuando este centro está cerrado la persona siente pánico y preocupación, y es extremadamente precavida. Cuando este centro se abre la persona siente una sensación de libertad interior y la capacidad de correr riesgos en su nombre o en el de otros.
Ahora lleva tu atención mental al centro del ombligo (Tan-tien o Chi-chung), luego al centro sexual localizado en el área del hueso púbico (Kuan-yuan); y finalmente otra vez al perineo (Hui-yin).
Cuando lleves a cabo este ejercicio, no te detengas demasiado tiempo en ningún centro, sobre todo en el del corazón, porque el hecho de centrar tu atención durante un tiempo prolongado en cualquier centro antes de que la órbita microcósmica esté completamente abierta puede interrumpir el flujo energético en tu cuerpo. No te concentres ese centro durante más de veinte o treinta segundos. Para los demás centros uno o dos minutos deberían resultar suficientes. No intentes forzar la situación sólo deja que cada punto comience a abrirse por sí sólo cuando la energía de tu respiración se ponga en contacto con él. Tómate tu tiempo para este trabajo. La impaciencia no te conducirá a nada; lo importante es sentir realmente la sensación vibratoria de cada centro.
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