07/04/2019
Maravilloso Domingo Querida Hermandad Planetaria!!!
Hoy les voy a compartir lo que serían los cimientos del Tao, que aparecen en la parte introductoria de "El Tao de la Salud, el S**o y la Larga Vida".
Para no sentirnos tan ajenos o lejanos a este conocimiento, partiremos con el segmento de:
EL TAO EN LA ACTUALIDAD (pag. 22)
Hoy en día no existen en China sectas taoístas organizadas, aunque es posible que algunos individuos sigan practicando el Camino en privado. Cuando los comunistas prohibieron la popular secta I-Kuan-Tao en 1950, dejaron claro que el Tao ya no era bien visto en China, y muchos maestros huyeron a Taiwán, Hong Kong, Japón y los Estados Unidos, donde todavía practican sus esotéricas enseñanzas pero procurando pasar inadvertidos.
Si bien es posible buscar y encontrar a algunos de estos ancianos maestros taoístas, no es en absoluto fácil ser aceptado como discípulo suyo Puede ser necesario pasar varios años como servidor del maestro, barriendo su casa y realizando otras tareas mundanas para demostrar la sinceridad del anhelo, antes de que él consienta en enseñar incluso las prácticas más elementales. Tal ha sido siempre la costumbre china. Y si el lector desea estudiar con un maestro de Taiwán u Hong Kong no le quedará más remedio que aprender el idioma chino, aunque es cierto que en Occidente existen algunos maestros que enseñan en inglés. Aun así, para quien verdaderamente desea cultivar el Tao, ningún esfuerzo es demasiado grande, ninguna espera demasiado larga, ninguna búsqueda demasiado ardua.
De hecho, puede que usted descubra un avanzado maestro taoísta en su misma ciudad o vecindario si saca a colación el tema en la lavandería china, en una charla con el camarero de su restaurante chino preferido o se dedica a pasear por los parques, mercados, herboristerías, casas de té y templos de cualquier Barrio Chino del mundo. A menudo los taoístas se ganan la vida como médicos y herbolarios, astrólogos y artistas marciales, calígrafos y pintores, incluso como cocineros y vendedores de fruta. Por lo general, practican sus disciplinas taoístas a solas, a las horas más inesperadas del día o de la noche. Si se busca con suficiente intensidad, necesariamente se acabará encontrando un maestro... o quizá sea el maestro quien encuentre al discípulo. En cualquier caso, el maestro sólo es imprescindible para las enseñanzas superiores, en particular para aquellas que se refieren al desarrollo espiritual. Los elementos básicos pueden aprenderse con este libro.
Una de las ventajas fundamentales de estudiar el taoísmo, aparte de obtener salud y longevidad, es que desvela los «inescrutables» misterios del carácter y la cultura chinos.
El Tao discurre como un hilo de oro por todo el tapiz de la cultura china. Los principios básicos de la cocina china, por ejemplo, no fueron formulados por cocineros y gastrónomos, sino por herbolarios y médicos taoístas, lo cual explica por qué la comida china se digiere tan bien en el cuerpo que «uno vuelve a estar hambriento al cabo de una hora». En la pintura china, los taoístas establecieron la naturaleza como tema principal, y fueron los precursores de la técnica consistente en utilizar el espacio en blanco como parte de la imagen. También los poetas chinos hallaron abundante inspiración en el Tao, y con frecuencia emulaban a los ermitaños taoístas retirándose durante largo tiempo a la montaña para cultivar el Tao.
El arte chino de la medicina y las artes marciales fueron completamente desarrollados por taoístas, al igual que algunos de los descubrimientos científicos más importantes del mundo, como la pólvora, la porcelana y las aleaciones metálicas. Los principios fundamentales de todas las artes chinas -sencillez y sobriedad, equilibrio y armonía, la importancia decisiva de la espontaneidad creativa- surgen todos del Tao. De hecho, el concepto del Tao está tan profundamente arraigado en el alma china que incluso el régimen comunista se vio en la necesidad de ocuparse del pensamiento taoísta,
reinterpretando ciertos pasajes del Tao te king. Así, la versión comunista de un párrafo clave reza «en la antigüedad, el pueblo no conocía la propiedad privada»; en otro párrafo, «la misteriosa nivelación» que se produce cuando mediante el Tao se eliminan todos los deseos innecesarios ha sido formulada por los ideólogos comunistas como una llamada a la abolición de todas las distinciones de clase feudales. Lao Tse no tenía intereses que defender, ni ambiciones personales que lograr, ni dioses que apaciguar, ni tiempo para tonterías. Lo que con tan gran acierto intentó transmitir en los fascinantes versos del Tao te king «no depende de nada, es inmutable, todo lo penetra, no falla nunca». La rica tradición de investigaciones científicas y espirituales que surgió de sus palabras proporciona un elocuente testimonio del poder del Camino.
El Camino aún está ahí, como lo estaba mucho antes de Lao Tse y lo seguirá estando mucho después de nosotros, y su poder se halla disponible para cualquiera que haga el esfuerzo de descubrirlo y cultivarlo.
Como veremos más adelante, la actual ciencia occidental está llegando -lentamente pero con seguridad, y en ocasiones de mala gana- a numerosas conclusiones que confirman las antiguas verdades del Tao.