04/08/2022
La lactancia materna es una de las formas de alimentación del bebé, que comienza en el nacimiento con la leche que es producida en el seno materno. La lactancia es la forma ideal de alimento, que favorece el crecimiento y desarrollo correcto de los niños. Es imprescindible la lactancia materna exclusiva en los primeros seis meses del recién nacido y es recomendada a partir de esa edad y hasta los dos años, luego, de forma complementaria a la lactancia, se ofrezcan al bebé otros alimentos propios para su edad. Hay evidencia que señala que la lactancia exclusivamente materna durante los primeros seis meses retarda la aparición de asma, rinitis alérgica, dermatitis atópica y alergia alimentaria. A partir de los dos primeros años la lactancia materna puede extenderse hasta que el niño, la niña o la madre decidan, sin que exista ningún límite de tiempo. Las curvas de crecimiento, desarrolladas a partir del peso y talla de los niños, muestran que quienes fueron alimentados con leche materna exclusiva los primeros seis meses de vida, tienen un crecimiento superior al de las de referencia, basados en los pesos de niños con lactancia mixta o artificial. Así mismo, los niños amamantados tienen un mejor desarrollo de los arcos dentales, paladar y otras estructuras faciales y presentan una incidencia menor de caries que los niños que reciben mamadera.
La leche materna humana es el alimento natural líquido y está constituida por nutrimentos, sustancias inmunológicas, hormonas, enzimas, factores de crecimiento y células inmunoprotectoras que la hacen nutricional e inmunológicamente apta para que un niño sea alimentado con ella en forma exclusiva durante los primeros seis meses de vida. Además contiene inmunoglobulinas y otras sustancias que protegen al bebé frente a infecciones.
Además, al amamantar, el contacto piel a piel favorece el apego y estimula la creación de vínculos de amor y seguridad entre la madre y el niño, permitiendo que éste afirme su presencia como persona a través de la interacción con su madre. Por eso es que se entiende que la interacción durante los primeros meses con sus padres influye en la formación de las bases de la personalidad. Esto además favorece el desarrollo psicomotor. Estudios demuestran que los niños amamantados son más activos y tienen mejor capacidad de aprendizaje. Otras investigaciones señalan que la agudeza visual es mejor en niños amamantados en comparación con los alimentados con fórmula. También, durante la lactancia se desarrolla y se activa un sistema eficaz contra E. coli, Salmonella, Campilobacter, Vibrio cholerae, Shigella y G. lamblia.
La lactancia artificial es una manera en la que el lactante puede alimentarse en el caso de que la madre no pueda o porque elija no hacerlo. Ambas, la lactancia artificial y la lactancia natural deben ser a libre demanda, lo que significa que no existen relojes y el niño o la niña son quienes deciden cuándo quieren alimentarse.
Ventajas de la lactancia materna para la madre
La succión de la mama inmediatamente después del parto puede reducir en la madre el riesgo de la hemorragia, y estimula la secreción de oxitocina, lo que favorece la salida y el flujo de la leche y retracción del útero.
La lactancia produce cambios metabólicos en la mujer que le ayudan a aprovechar mejor los alimentos que ingiere.
Reduce el riesgo de padecer cáncer de ovario y cáncer de mamá, la diabetes de tipo 2 y la depresión postparto.
La rápida pérdida del peso ganado durante la gestación y es menos probabilidad de sufrir anemia después del parto.
Establece y fortalece el vínculo afectivo, madre-hijo.
Además, la lactancia es uno de los métodos más efectivos para espaciar los embarazos. La amenorrea de la lactancia exclusiva ofrece una protección de un 99% contra un nuevo embarazo durante los primeros seis meses.