
26/05/2025
El cuento de Blancanieves se presenta como un viaje de iniciación. La muerte de su madre al nacer simboliza el olvido de la encarnación. El espejo representa la Conciencia, revelando el deseo de la Reina (la oscuridad interna) de eliminar la pureza de Blancanieves.
La huida al bosque representa el viaje interior, donde Blancanieves interactúa con sus energías a través de los SIETE ENANOS, cada uno representando un CHAKRA:
* MAESTRO (Corona): Sabiduría, conciencia espiritual.
* GRUÑÓN (Frontal): Pensamiento, racionalidad.
* FELIZ (Garganta): Comunicación, alegría.
* DORMILÓN (Cardíaco): Puente entre energías, guía de lo valioso.
* TÍMIDO (Plexo Solar): Sensibilidad emocional.
* MOCOSO (Sacro): Sistema inmunológico, afectado por desequilibrios.
* MUDITO (Raíz): Inicio, el primer chakra a trabajar, el primero en percibir a Blancanieves.
Al conquistar a los enanos, Blancanieves domina sus chakras, lo que atrae el enfrentamiento con la Reina disfrazada (el inconsciente). La manzana representa el CONOCIMIENTO de la Dualidad y la MUERTE INICIÁTICA.
El ataúd de vidrio simboliza el estar atrapada en sí misma. La llegada del Príncipe (energía masculina, Yang) y su beso (unión Yin-Yang) provocan el DESPERTAR de Blancanieves, logrando la INTEGRACIÓN y el autoconocimiento.
La reflexión final de Merlín enfatiza que la verdadera magia reside en el interior, donde el universo entero existe. Al conectar con ese "Mago" interno, trascendemos las ilusiones del mundo material y percibimos la verdad espiritual, encontrando la unidad donde los problemas se disuelven.
libro: "Simbolismo en los cuentos de hadas clásicos”