
01/04/2025
🟣El hígado graso no alcohólico (HGNA) es una de las enfermedades hepáticas más frecuentes a nivel mundial y está estrechamente relacionada con resistencia a la insulina, obesidad, síndrome metabólico y malos hábitos alimentarios.
¿Qué dice la evidencia?
La guía clínica de la European Association for the Study of the Liver (EASL) recomienda un enfoque integral, donde la alimentación juega un papel central.
Tratamiento nutricional basado en la evidencia:
Pérdida de peso progresiva:
Disminuir entre un 5-10% del peso corporal puede reducir significativamente la grasa hepática y la inflamación.
Dieta Mediterránea:
Rica en frutas, verduras, legumbres, granos integrales, aceite de oliva, pescado y frutos secos. Ha demostrado mejorar la esteatosis hepática, incluso sin pérdida de peso.
Reducir azúcares simples y alimentos ultraprocesados:
Evitar bebidas azucaradas, jarabe de maíz alto en fructosa y productos industrializados.
Incrementar fibra y alimentos con bajo índice glicémico:
Mejoran la sensibilidad a la insulina y reducen la acumulación de grasa en el hígado.
Evitar alcohol y exceso de grasas saturadas:
La base del tratamiento es un cambio sostenible en el estilo de vida, con una alimentación equilibrada y adaptada a cada persona.
👀Omega 3 y Qué dice la evidencia clínica reciente?
Una revisión sistemática y metaanálisis (Aubert et al., 2022, Clinical Nutrition) concluyó que suplementar con omega-3 entre 2-4 g/día puede reducir significativamente el contenido de grasa hepática en pacientes con HGNA.
La guideline de EASL 2021 (European Association for the Study of the Liver) sugiere que los ácidos grasos omega-3 pueden considerarse en pacientes con dislipidemia y HGNA, aunque no reemplazan la pérdida de peso ni el cambio de estilo de vida.
La evidencia es más sólida en la reducción de esteatosis que en la mejora de la fibrosis hepática, por lo que no es tratamiento único ni curativo, sino complementario a una dieta adecuada y ejercicio.
¿Tienes diagnóstico de hígado graso o sospechas de ello?