21/10/2025
Con tal solo tres días de diferencia, las puertas de la UCI del Hospital de Coquimbo se abrieron para despedir con honores a dos pacientes, quienes en vida manifestaron su deseo de ser donante de órganos y tejidos.
Para este último viaje, entre la Unidad de Cuidados Intensivos y pabellón, los funcionarios hicieron una pausa en sus labores para formar un gran un pasillo de honor en señal de reconocimiento al máximo acto de generosidad, que realizaron los pacientes de 68 y 55 años.
Solo las melodías de sus canciones favoritas y el sonar de los cascabeles de fondo se escuchaban durante el transitar de la camilla por el hospital, como una forma de rendirles homenajes.
Lida Miranda, enfermera jefa de la Unidad de Procuramiento de Órganos y Tejidos del hospital, explica que con solo tres días de diferencia “tuvimos la generosidad de dos familias de respetar la voluntad de su ser querido de donar vida”.
Este año ha sido particularmente especial para el Hospital de Coquimbo, ya que por primera vez se han concretado 13 donaciones de órganos. Pero más allá de los números, hay una historia de amor, valentía y respeto por quienes decidieron regalar vida más allá de la muerte. Gracias a ese gesto, más de 53 pacientes pueden seguir viviendo.
Una de esas historias es la de un hombre de 68 años, amante del acordeón, alegre y cariñoso con sus nietos.
Yasna, su hija, recuerda que la donación órganos es un tema que siempre ha estado presente en la familia. “Mi padre siempre le dijo a mi mamá que quería donar, quizás por eso nosotros tenemos el mismo pensamiento. Para nosotros, que mi papito haya donado sus órganos es el mejor gesto de amor que puede a ver dado. Que él haya tenido ese pensamiento nos lleva el corazón de orgullo y alegría. Además, que nos entrega una paz y tranquilidad para sobrellevar su partida entre tanto dolor”.
En nuestro país, solo se consideran donantes a las personas que fallecen por muerte encefálica, lo que representa apenas un 2% del total de defunciones. Mientras tanto, a nivel nacional la lista de espera por un trasplante crece día a día, una realidad que todos podemos ayudar a cambiar en vida, simplemente conversando sobre el tema.