21/06/2018
CUANDO ALEJAMOS LOS SENTIMIENTOS…
Cuando una ola de sentimientos hace su visita: una pena, un miedo, un enojo inesperado, o la alegría, ¿puedes estar presente con esta ola, respirar en ella? ¿Puedes notar el impulso a desconectarte, distraerte, resistirte y moverte lejos de tu experiencia?
Hoy no te juzgues o te culpes por querer otra experiencia: es un hábito antiguo esta desconexión, este impulso de huida, esta adicción a “otro lugar”.
Hoy observa, si puedes quedarte cerca de “lo que es”, ver si puedes realmente conectarte con el sentimiento que visita. En vez de cerrarte, de alejarte, negando la energía en el cuerpo, ¿puedes abrirte suavemente a ella? ¿Puedes descargarla con curiosa atención, permitirle que se mueva en ti hoy? ¿Puedes permanecer presente a través de su ciclo de vida, desde que nace, expresa lo que tiene que expresar y desciende nuevamente a la Presencia?
Todos los sentimientos solo están buscando un hogar en ti. Sentimientos atascados, incompletos; energías resistidas, rechazadas, negadas, supuestamente desaparecidas, no desaparecen realmente. Quedan viviendo en la oscuridad del Inconsciente, sin hogar y hambrientas de amor, tirando de la cuerda en nuestras relaciones, nuestros cuerpos, nuestro trabajo en el mundo, interponiéndose en nuestro camino a la dicha. Gritando por nuestra atención desde lo profundo del Inframundo drenan nuestra vitalidad y autoexpresión, causando que seamos reactivos, impulsivos y obsesivos, que estemos depresivos y ansiosos, y finalmente afectan nuestra salud física, todo esto en su intento de que las escuchemos.
Hasta que un día, recordamos, que todos los sentimientos son sagrados y tienen el derecho a existir en nosotros, aún los más desastrosos y los menos convenientes, y los dolorosos. Y recordamos que tenemos que mirarlos en vez de huir de ellos,
Para suavizarlos, para hacerles espacio en vez de callarlos o ignorarlos.
Los fantasmas hambrientos, ahora alimentados con amor, con nuestra cálida atención, nuestra curiosidad y Presencia, ahora con un hogar en nosotros, pueden finalmente ir a descansar. Ya no necesitan tirar de la cuerda en nuestras vidas: ahora tienen la empatía que siempre anhelaron.
Una gran cantidad de nuestra preciosa fuerza vital, nuestro prana, nuestra energía sagrada, se gasta en este trabajo de Sísifo de alejar los sentimientos de nosotros, tratando de hacerlos ir a “otro lugar”.
Se libera tanta creatividad, se siente tanto alivio al quebrar este antiguo patrón de auto abandono e ir más allá de nuestros condicionamientos por miedo, y tratar de hacer algo totalmente distinto: permanecer cerca de los sentimientos, mientras emergen en la frescura del momento presente, buscando su Verdadero Hogar.
- Jeff Foster
Imagen: Sísifo, por Tiziano, 1548.