28/01/2025
Peregrinos
Mi visión, la que me fue dada, es que todos estamos de paso. Es un gran viaje y camino, muy antiguo; antes de los seres humanos. Entonces, no creo en formar grupos o instituciones. Mi tarea es simplemente cuidar de un oasis, un cenote.
Encendemos un fuego para los viajeros del alma: contamos historias de sabiduría, oramos y meditamos juntos, compartimos alimento. Respiramos juntos el aire que es el mismo que todos respiramos, y mantenemos un espacio que permite la apertura y el reposo.
Luego de que, lo que cada uno necesita es saciado, cada quién sigue su camino. Y, aunque nosotros caminamos también y estamos en la senda, cada vez que nos detenemos brota una vertiente a la sombra de los grandes árboles y rocas y ahí encendemos un fuego y preparamos alimento.
Por alguna razón, que solo la diosa conoce claramente, siempre se nos provee como para que podamos compartir con todos los que llegan.
Aún con todo esto, todos estamos en un gran viaje y tenemos que proseguir. Más, eventualmente, alguna vez nos volveremos a ver. Puede que no me vea igual o incluso que no sea el mismo, y lo mismo puede pasar contigo. Pero creo que nos vamos a reconocer, si sabemos escuchar al corazón de corazones, siempre vamos a reconocer ese hogar en el camino donde somos completamente bienvenidos.
Carlos Ziro