24/04/2023
Hace unos días, en una sesión con una paciente (tengo el permiso de ella para hablar de esto acá), me comenta que se cruzó en instagram, con una imagen que decía “está bien estar mal”, justo en un momento en que estaba luchando por salir de la cama y sentirse bien.
Lo encontró “tragicómico”, porque muchas veces dice haber sentido que necesitaba de alguien externo que “le diera permiso” para poder estar triste, y esa imagen llegó a ella, justo en el momento en que necesitaba sentir que alguien le daba permiso para estar mal.
En esa conversación, llegamos al tema de la autoexigencia. “tengo que rendir, tengo que ser buena, tengo que saberlo todo y siempre estar bien”.
¿Por qué?
Porque así ¿soy buena mamá, buena en lo que trabajo, buena con mi pareja, buena hija, buena hermana?
Tal vez pensamos que esa esa es la única versión válida de nosotras mismas para la sociedad o para nuestro círculo, y que esta versión; la actual, la deprimida, ansiosa, insegura, la que “no está bien”; no tiene por qué aparecer en público, porque quizás, así no seremos aceptadas, queridas, valoradas…
Esto no solo no tiene sentido, sino que también, es injusto... MUY INJUSTO…
Nos hace falta tratarnos con el mismo cuidado, sensibilidad, solidaridad, compasión y empatía, que le promovemos a nuestros hijos, pares; a nuestro entorno…
Se nos olvida que necesitamos sentir y para eso, debemos conectarnos con lo bueno y muchas veces, con lo no tan bueno, con nuestras sombras… y así, cuando aceptamos sentirnos “mal”, cuando reconocemos ante el mundo “no estar bien”, podemos avanzar…
No olvides… Todo pasa… nada dura eternamente.
Las emociones que sentimos frente a una situación difícil y los pensamientos que surgen, también pasarán. En algún momento se irán, y cuando así sea, volveremos a sentir la calma que necesitamos.
Un abrazo 💕