07/05/2021
Durante toda mi adolescencia sentí una gran presión por mi peso corporal, recibí muchos comentarios respecto a mi cuerpo como “estás bonita pero no engordes ni un kilo más”, “si fueras más delgada…”, “no deberías usar falda porque tienes las piernas muy gorditas”, frases que fueron quedando marcadas en mi mente y que provocaron que me costara mirarme al espejo con orgullo durante mucho tiempo. Muchas veces intenté dejar de comer o devolver la comida pero no me atrevía, hacía ejercicio pero siempre lo hacía con angustia por querer lograr rápido mis objetivos. Durante mis años en la universidad continué con esta obsesión por querer ser delgada pero con otro motivo, “si quería ser nutricionista debía tener buen cuerpo para dar el ejemplo” lo cual no ayudó a superar mis inseguridades.
Pero un día dije basta, ¿Por qué debo cumplir con las expectativas de los demás? ¿Por qué permitimos que la sociedad nos impusiera un estereotipo de cuerpo perfecto siendo que no existe?
Desde ese entonces fui de a poco adquiriendo hábitos de alimentación, cuidado de la piel, ejercicio, etc. pero con el objetivo de mantenerme sana, y ahora si quiero darme un gustito lo disfruto sin culpas!
Todos somos diferentes, nuestros cuerpos son diferentes, nuestras vidas son diferentes, y es ahí en donde debe estar nuestro objetivo: Seguir un estilo de vida saludable que se adecúe a nuestra realidad, y sobre todo que sea por elección propia y para cuidar nuestra salud, más que algo físico.
Y finalmente, eviten opinar sobre el cuerpo de los demás, las palabras son muy poderosas y pueden marcar por mucho tiempo.
¡Que tengan un buen fin de semana! 🤗