27/09/2024
No solo los pacientes realizan cambios en este espacio seguro, hoy note esta flor.
El cambio psicoterapéutico se asemeja al proceso de crecimiento de una flor. Al principio, la semilla está enterrada en la tierra, rodeada de oscuridad y limitaciones. Con el tiempo, y través del trabajo y la reflexión, comienza a germinar, sintiendo la luz y la humedad que la rodean
A medida que se desarrolla, enfrenta obstáculos: rocas, raíces entrelazadas y cambios en el clima. Sin embargo, cada desafío la fortalece, enseñándole a adaptarse y a buscar nuevas formas de florecer.
Finalmente, cuando emerge, muestra su esplendor, relevando colores vibrantes y fragancias que llenan al aire. Este proceso no solo transforma a la flor, sino que también enriquece el entorno, creando belleza y vida a su alrededor. Así, el cambio psicoterapéutico lleva a una persona a florecer, a descubrir su autenticidad y a contribuir al mundo con su luz única .