13/04/2021
Cuidemos a nuestros jóvenes ✨
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La adolescencia está siendo uno de los grupos más olvidados durante la pandemia de COVID-19. Las alertas sobre el impacto del confinamiento en la salud mental se han centrado sobre todo en niños y niñas menores, dejando a los adolescentes en una especie de limbo. La adolescencia es un periodo vital que viene con una serie de características de comportamiento, como la transgresión, la necesidad de estar con iguales, la búsqueda de nuevos límites e independencia. Para los adolescentes de hoy, todo esto ha quedado truncado a causa de la pandemia.
Para la psicóloga especialista en Mindfulness relacional Paula Hernández, quien atiende principalmente a jóvenes desde su consulta en el Centro Asia Santiago, estos “están reportando altos niveles de soledad, lo que podría contribuir en la aparición de síntomas depresivos, ansiedad social, sentimientos de miedo y angustia”.
“La distancia social nos ha llevado a trasladar la mayoría de nuestras actividades sociales a la pantalla, y si para las personas jóvenes ya había mucho uso de este medio, ahora ha aumentado mucho más. Esto tiene dos caras, si bien es muy bueno mantenerse en contacto con amistades porque pueden representar un espacio de acompañamiento, desahogo y entretención, por otro lado, el exceso del uso de pantallas implicaría desconectarnos de las personas que están físicamente presentes”.
La empatía, la disponibilidad y la observación atenta de los padres es hoy más importante que nunca. “Los padres deben estar atentos si observan un ánimo decaído, poca iniciativa para hacer actividades que le interesen, cambios en el apetito y falta de interés en sus amigos. En esos casos, o si la persona tiene muchas dificultades para alcanzar la calma, conviene considerar consultar con un profesional de la salud mental. Consultar tempranamente podría significar un proceso psicoterapéutico más breve y una pronta mejora”, explica.