18/09/2025
Hace unos días, una paciente canadiense me dijo: “En Chile festejan las fiestas patrias como si mañana se acabara el mundo”.
Y le respondí: “Sí… porque este país a veces se siente al borde del colapso… y aun así, elegimos celebrar.
Esa es una de las cosas que me enorgullece de mi país: Que a pesar de los dolores, dificultades, maremotos, terremotos, incendios, crisis financieras, etc., sigamos encontrando razones para juntarnos, compartir, reír, discutir, bailar, celebrar y ayudarnos.
No es fácil ser chileno. Somos un país de extremos y hemos vivido crisis extremas, Pero también hemos visto cómo, tras un desastre, los vecinos salen a la calle para cooperar, juntarnos por la teletón, apoyar en inundaciones, etc.
El ser humano no sobrevive solo con recursos, sino con sentido de pertenencia. Y Chile, con todo y sus fallas, tiene algo poderoso: su cultura del “pa delante nomás”. Y ojo, no es que seamos conformistas. Es que tenemos resistencia emocional. Es resiliencia “a la vena”.
Pero quiero que esta pregunta no quede solo aquí.
Si estás leyendo esto desde Argentina, Perú, España, México, Venezuela, Uruguay , Colombia, o cualquier rincón del mundo: ¿Qué te enorgullece de tu país?
Porque todos tenemos heridas, todos tenemos sistemas que fallan, pero también tenemos fortalezas nacidas de esos dolores.
Las fiestas patrias de cada país no deberían ser solo de banderas y trajes típicos. Deberían ser un paréntesis emocional para reconocer: ¿Qué funciona en mi tierra? ¿Qué nos hace sentir parte de algo más grande?
Porque cuando valoramos lo que funciona, no cerramos los ojos a los problemas. Al contrario: desde el orgullo sano, desde el amor crítico, nos movilizamos mejor.
Así que:
C H I: Chi
L E: Le
¡Chi chi chi, Le le le, viva Chile!
Entonces si esta reflexión te tocó, compártela. Pregúntale a alguien: ¿Qué te enorgullece de tu país?
🇨🇱