23/05/2021
LOS AJOS 蒜泥
En el mundo la utilización de los ajos en medicina es mítica. La especie más utilizada es ‘Allium sativum’ y se corresponde con el remedio medicinal chino llamado Dà Suàn (大蒜).
De hecho, en la farmacopea china encontramos dos especies de ajos:
1.- Xiè Bái (薤白, Bulbus Allii Macrostemi).
2.- Dà Suàn (大蒜, Bulbus Alii Sativi).
Una y otra están clasificadas en diferentes grupos de remedios: Xiè Bái (薤白, Bulbus Allii Macrostemi) pertenece al grupo de los remedios que rectifican el Qì (理气药, Lǐ qì yào), y Dà Suàn (大蒜, Bulbus Alii Sativi) al grupo de los remedios que expulsan los parásitos (驱虫药, Qū chóng yào).
Vamos a ver las diferencias entre una y otra especie:
🧄 薤白 Xiè Bái:
El ajo de la variedad ‘Bulbus Allii Macrostemi’ es picante, amargo y tibio. Se dirige al pulmón, al estómago y al intestino grueso y se utiliza siempre sin cocción (生, Shēng). Libera el yáng y dispersa las ataduras (en caso de opresión torácica producida por un vacío del yáng, o por mucosidades-frío o por una estasis de mucosidades en el pecho), y moviliza el Qì, abduce el estancamiento, dispersa la distensión y alivia el dolor (en caso de plenitud, distensión y dolor en el conducto del estómago y en el abdomen, con diarrea o disentería acompañada de tenesmo.
Todo ello derivado de un estancamiento del Qì, con o sin frío, en el estómago). Está contraindicado en caso de un vacío del Qì sin estancamiento, o bien en caso de un estancamiento generado por un vacío del estómago acompañado de inapetencia.
🧄 大蒜 Dà Suàn:
Picante y tibio, el ajo común posee un tropismo hacia el bazo, el estómago y el pulmón. Se utiliza siempre sin cocción (生, Shēng). Expulsa y mata los parásitos y resuelve la toxicidad (en caso de oxiuros o de anquilostomas, se utiliza por vía interna. En caso de liquen plano o de abscesos, se utiliza en aplicación tópica) y resuelve la toxicidad y detiene la disentería en caso de diarrea, disentería, consunción pulmonar (tuberculosis) y tosferina (o tos de los cien días -百日咳, Bǎi rì ké-).
Está contraindicado en patrones de vacío del yin con fuego vacío, y en caso de enfermedades oculares, de la lengua, de la garganta, de la boca y de los dientes. Hay que tener precaución en su uso externo, ya que puede enrojecer y quemar la piel si se usa durante un periodo demasiado prolongado. Además, hace descender los niveles de glucosa en el plasma sanguíneo y también los de colesterol.