03/09/2025
Estimados amigos:
Con profunda consternación hemos conocido los hechos ocurridos en el Hospital Base de Osorno, donde un trabajador con condición del espectro autista fue víctima de actos de violencia extrema y degradante por parte de sus propios colegas. Estos actos, que hieren en lo más profundo el alma de nuestra nación y que incluyeron ataduras, rapado forzoso, quemaduras y humillaciones, constituyen no solo delitos, sino violaciones graves a la dignidad humana y a los derechos fundamentales que nuestro país está obligado a garantizar.
Junto con manifestar todo nuestro apoyo y cariño a la persona afectada, a su familia y cercanos, debemos recordar que Chile es signatario de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, en donde se establece que:
- Ninguna persona con discapacidad será sometida a tortura ni a tratos crueles, inhumanos o degradantes (art. 15).
- Los Estados deben proteger a las personas con discapacidad contra toda forma de explotación, violencia y abuso (art. 16).
- Se debe garantizar el respeto de la dignidad inherente, la autonomía individual y la inclusión plena en la sociedad (art. 3).
- Las instituciones públicas y privadas que prestan servicios de salud están obligadas a actuar con ajustes razonables, protección especial y prevención de cualquier forma de discriminación (art. 25).
Ante lo sucedido, se hace necesario la implementación inmediata de protocolos de protección a funcionarios y usuarios con discapacidad, incluyendo capacitación obligatoria en derechos humanos y discapacidad para todos los equipos de salud.
Que el Estado de Chile, a través de sus organismos competentes (Ministerio de Salud, SENADIS, Ministerio de Justicia y DD.HH.), cumpla plenamente los compromisos asumidos en la Convención de la ONU, evitando que hechos de esta naturaleza vuelvan a repetirse.
La dignidad de las personas con discapacidad no puede ser materia de debate: es un deber del Estado, de las instituciones y de cada ciudadano protegerla. Lo sucedido en Osorno, junto con el dolor y pena que nos produce, nos interpela como sociedad y nos obliga a actuar con decisión y justicia.
Porque la vida y la dignidad de cada persona importa y porque la violencia y la impunidad no pueden tener cabida en Chile.
Centro de Recuperación AMORE