24/12/2013
La depilación masculina con cera
Una de las mejores maneras de depilarse sigue siendo el uso de la cera, ya que ésta arranca el vello de raíz y hace que tarde más en salir de nuevo, además de conseguir que con el tiempo ese vello se debilite cada vez más y sea menos abundante.
Pecho, espalda, barba y cuello, entre las partes más solicitadas: aunque no busquen la eliminación de la barba, que les da un aspecto de virilidad al que no quieren renunciar, un importante número de hombres se definen la línea para que quede perfecta sin necesidad de eternizarse en cada afeitado. Otros muchos la descargan para ganar comodidad, como aquellos que la tienen tan cerrada que se ven obligados a rasurarse dos veces al día si quieren ir bien afeitados por la noche.
En el cuello, la depilación tiene un doble motivo: la estética y la comodidad, ya que el roce de las camisas con el vello irrita la piel y puede llegar a ser muy molesto.
Por supuesto, la espalda y el pecho no podían faltar cuando hablamos de las zonas más demandadas. En este caso sí se trata básicamente de estética, y ya no sólo los hombres que se sentían como osos acuden a eliminar el vello. En su mayoría, aunque no tengan demasiado, quieren lucir un pecho y una espalda suaves y perfectamente depilados, como los de los modelos de todos los anuncios, en los que ya es impensable ver un solo pelo.
Pero además, el hombre solicita muchas otras zonas diferentes, ya que al tener más vello que la mujer es más fácil que en algún sitio llegue a resultarle molesto o antiestético. La parte baja de la espalda, las nalgas, la zona ge***al y la zona perianal son otros lugares donde es muy habitual que un hombre se haga la depilación.
Muchos tratamientos de estética están de moda entre los hombres: depilación de axilas, depilación de pecho, etc. Hasta hace unos años no se concebía que un hombre se preocupara por su aspecto o por depilarse, a no ser que se dedicara a la moda o al deporte profesional (en el caso de la depilación).
Pero afortunadamente esto ya no es así, y el hombre que quiere cuidarse puede hacerlo sin que a nadie le parezca raro.
Uno de los tratamientos más solicitados por ellos es la depilación de axilas. Y es que no estamos hablando de una mera cuestión estética. El hombre que suda demasiado, ya sea por genética o porque practica deporte o está sometido a esfuerzos físicos constantes, sabe lo incómodo que resulta el cerco de sudor en la camiseta, el miedo a empezar a oler mal.
Es cierto que los hombres sudan más que las mujeres. Es genético e innegable. Pero también se supone que es porque, históricamente, los “trabajos duros” eran de ellos, así como la práctica de deportes. Pero hace mucho que ellos no salen a cazar mamuts y ellas se quedan en la cueva, cerca del río para lavarse.
¿Por qué una pareja de aficionados al tenis corre por igual durante un partido y ella termina con una pequeña marca en las axilas y él siente las gotas chorrear por el costado? ¿Por qué sigue sudando más el hombre que está sentado en la oficina que la mujer que se pasa la mañana recogiendo la casa con un bebé de 10 kilos en brazos? La respuesta es simple: porque en la mayoría de los casos, ella va depilada y él no.
Los pelos en las axilas aumentan la cantidad de sudor, favorecen el olor y minimizan el efecto del desodorante. Todo esto unido tiene mal resultado… por eso cada vez son más los hombres que deciden someterse a la depilación de axilas y terminar con el problema de una vez. Y además, ganar en comodidad, en atractivo y en tranquilidad, sabiendo que con su dosis matutina de desodorante tras la ducha no van a tener que preocuparse de nada más en todo el día.
En la cultura deportiva, la depilación masculina ha ido ganando muchos adeptos; esto, no sólo por estética y para evitar infecciones en caso de accidentes (especialmente ciclistas), sino que especialmente por la comodidad que se siente la primera vez que se hace deporte después de la depilación.
El eliminar el vello del cuerpo deportista, sobre todo en las piernas, entrega una sensación de profunda libertad y mejora la relación entre ropa deportiva y su interacción con el cuerpo.