20/07/2025
🌿 El Sanador:
Es un pacto de Alma , es una misión profunda venir a la tierra ayudar a niveles profundos de Almas ,un sanador Un Alma al Servicio del Alma
🙏Toda persona que acude a un sanador debería saber esto…
Y sentir un profundo respeto y gratitud por aquel que se entrega a la labor invisible de restaurar el alma.
El sanador no sólo acompaña…
El sanador sostiene.
No sólo escucha…
El sanador absorbe, transmuta y limpia.
🙏Detrás de cada encuentro hay un pacto de alma, un acto silencioso de compasión profunda.
El sanador se vuelve un canal entre mundos: entre el cuerpo y el espíritu, entre la oscuridad y la luz, entre la herida y la medicina.
Su conocimiento no proviene únicamente de estudios ni diplomas;
proviene de sus propias heridas, de noches oscuras del alma, de memorias ancestrales que habitan su sangre,
y de una conexión con dimensiones más sutiles que pocos pueden sostener sin romperse.
🙏 El sanador no solo ha aprendido... se ha transformado.
Se ha mirado tantas veces por dentro que ha comprendido que el verdadero poder no es “curar”, sino servir al proceso sagrado de cada alma.
Cada vez que entra en el campo energético de un otro, su aura se entrelaza, se expone, se abre.
Recibe emociones que no son suyas, atraviesa densidades que no le pertenecen, escucha el grito del cuerpo sutil del otro…
Y aún así, elige quedarse, elegir acompañar.
🙏 En muchas ocasiones, los residuos energéticos se adhieren a su campo:
larvas, egregores, memorias del dolor, entes y cargas que el otro ya no puede sostener.
El sanador lo sabe… y aún así, lo elige.
Por eso debe limpiarse, protegerse, vaciarse, purificarse,
porque su canal debe permanecer abierto, claro y amoroso.
🙏 Si pudiéramos ver la energía, veríamos cómo su luz se expande en medio de la oscuridad del otro.
Veríamos cómo extrae suavemente lo que intoxica,
cómo respira con el alma de su paciente,
cómo reconstruye con hilos de amor el tejido dañado del campo sutil.
Porque el sanador no trabaja con las manos, ni con la mente…
trabaja con su alma.
Y cada alma que toca, deja una huella.
Y cada alma que toca, lo transforma.
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