Desde muy joven me interesó la idea de servir a las personas para ayudarlas a sanar su enfermedad. En un principio pensé que lo lograría estudiando una carrera universitaria pero en la práctica me di cuenta que allí no estaban todas las respuestas. Antes de formarme como terapeuta estudié en la universidad la carrera de Bioquímica y comprendí que la vida no tenía sentido con solo saber que los ser
es vivos eran organismos perfectamente diseñados y comandados por un gen egoísta que solo quería prosperar en la tierra, menos me hacía sentido que las enfermedades fueran eventos aislados a las emociones del enfermo. Mi alma no estaba conforme con lo que estaba aprendiendo, es por esto que decidí estudiar medicina oriental y encontré en ella todas las respuestas a mi vacío espiritual, me permitió ver las cosas de manera íntegra y con mucho sentido, ahora puedo ver la lógica de cada enfermedad a nivel biológico, emocional y espiritual. Una vez escuché de un maestro que lo único verdadero en la vida es la eterna transformación. La vida y la muerte, la salud y la enfermedad, el yin y el yang, nada es casualidad si no que es causalidad de algo que se está transformando. Es en esto que me baso en mi trabajo, siempre hay una causa a su molestia, enfermedad o dolor que puede ser transformado en salud y bienestar. Este camino como terapeuta me ha permitido llevar a cabo mis propios procesos de sanación y a partir de mi experiencia he podido ayudar a otras personas, acompañándolas en el suyo. A pesar de todas las adversidades, agradezco a la vida de haberme puesto en este camino. Espero de corazón poder ayudar a todos quienes quieran conectarse con su interior para obtener la claridad y fortaleza para llevar a cabo su vida con amor, salud y optimismo.