
30/01/2025
Cuando experimentamos ansiedad, el cuerpo y la mente reaccionan como si enfrentáramos una amenaza, incluso si no es real o inminente. Esto activa el sistema de "lucha o huida", generando una serie de cambios fisiológicos y emocionales:
Físicos: Aceleración del ritmo cardíaco, respiración rápida, tensión muscular, sudoración, mareos o molestias digestivas.
Cognitivos: Pensamientos repetitivos, preocupación excesiva o dificultad para concentrarse.
Emocionales: Sensación de inquietud, miedo o pérdida de control.
Estos síntomas son el resultado de un aumento de adrenalina y cortisol, diseñados para protegernos. Sin embargo, cuando la ansiedad es excesiva o persistente, puede interferir con la vida diaria, requiriendo estrategias de manejo como la relajación, la terapia y el autocuidado.
📲 💻 📲💻📞☎️