01/10/2025
A veces crecemos en medio del caos, aprendiendo a sobrevivir antes que a vivir.
Y cuando la calma llega, puede asustarnos, porque no sabemos qué hacer con ella.
Lo verdaderamente valiente no siempre es huir de lo que aprendimos, sino atrevernos a imaginar una vida que nadie nos enseñó a desear.
Si te acostumbraste a sobrevivir, vivir puede sentirse incómodo. Y muchas veces no es el cansancio físico lo que más pesa, sino el silencio de todo lo que hemos cargado emocionalmente.
El ambiente en el que creciste moldeó lo que llamaste “normal”.
Pero hoy eres tú quien puede decidir, quien puede elegir diferente.
Lo que te daña no es normal.
Mereces estar en lugares que despierten tu ternura, no tu instinto de supervivencia.
Porque merecemos más que sobrevivir: merecemos vivir en plenitud.