26/09/2025
La primavera llega con más luz, vitalidad y energía.
Pero para quienes atraviesan situaciones complejas, ese contraste puede sentirse abrumador.
Mientras el entorno invita al movimiento, al encuentro y a la renovación, la persona que sufre puede percibir con mayor fuerza su tristeza o desesperanza,
sintiéndose desconectada de esa vitalidad compartida.
En esta época, quienes tienen pensamientos de muerte o ideación suicida pueden presentar un riesgo mayor,
ya que la energía disponible podría facilitar la ejecución de planes previamente concebidos.
Por eso es fundamental prestar atención a las señales de alerta: cambios en el ánimo, expresiones de desesperanza, sentimiento de culpa, abandono de actividades que antes generaban placer, aislamiento.
Hablar del suicidio no lo provoca.
Al contrario, visibiliza el sufrimiento y abre camino hacia otras salidas.
La prevención comienza con escuchar, acoger y acompañar.