
21/07/2025
Mucho se habla de “dejar huella”, de destacar, de lograr cosas grandes. Pero a veces, en ese afán, olvidamos algo clave: no estamos solos en el camino.
Dejar huella no tiene que ver con competir ni con pisar a otros para avanzar. Tiene que ver con inspirar, con tender la mano mientras subimos, con hacer las cosas bien… sin dañar a nadie.
No hay mérito en crecer a costa del sufrimiento ajeno. En cambio, cuando avanzamos con respeto, empatía y colaboración, esa huella se vuelve más profunda y significativa.
Porque sí, se puede brillar sin apagar a nadie.
Y si alguien brilló contigo en el proceso, aún mejor.
✨ Que tu éxito no borre tu humanidad.