
22/05/2025
Sentir no es el problema. El problema es todo lo que hacemos para no sentir.
Tapar, distraer, fingir que no pasa nada... suele dejar más tensión que alivio.
Cuando evitamos lo que nos duele, ese dolor no se va: se transforma. En ansiedad. En rigidez. En enojo con uno mismo o con otros. Y aunque no siempre podamos ponerle nombre a lo que sentimos, empezar a mirarlo sin juicio ya es un acto de cuidado.
☆ Preguntarte “¿qué estoy evitando sentir?” puede ser más poderoso que mil intentos por ignorarlo.
☆ Aceptar no es rendirse. Es abrir una puerta a algo distinto 🤍
Te dejo un abrazo grande.
¡Nos vemos en sesión!
Ps. María José Jeldres 🌿