
29/06/2025
Dicen que "no hay publicidad mala", porque aquello de lo que se habla —aunque sea en forma de crítica o burla— comienza a instalarse en la conciencia colectiva. Y cuando algo se nombra una y otra vez, incluso como tabú… comienza a generar deseo.
En Chile, la palabra comunista ha sido usada como insulto para todo lo que huela a cambio, a comunidad, a justicia, a una nueva forma de valorar la vida. Pero tanta repetición ha hecho algo curioso: encendió una chispa en el inconsciente.
Como ocurre con lo prohibido, surge una pulsión. Aquello que se intentó suprimir con miedo o ridículo termina atrayendo, como un imán invisible.
No se trata de ideologías rígidas. Se trata del deseo profundo de otra forma de vida. Un deseo que, aunque algunos lo enfrenten con pavor, sigue creciendo.
Porque cuando un símbolo se transforma en tabú… también se vuelve mito.
Y los mitos, tarde o temprano, despiertan.