07/10/2017
El arte de decir NO:
En nuestra cultura, muchas veces el decir no, se entiende como un rechazo, y esto genera confusión y dificulta la posibilidad de decir no con amor.
En la relación con nuestros hijos, ocurre con frecuencia que los adultos nos confundimos en base a esta creencia de que decir no significa rechazo, o falta de cariño, por ejemplo, cuando ellos nos piden con urgencia juguetes, golosinas, permisos, un ratito mas para seguir jugando, etc.
Es peligroso para la relación padres-hijos, cuando los padres dicen que si, para evitar un conflicto, o dicen que no, para ejercer poder.
Muchas veces los padres si bien verbalizan un "no", lo que realmente están diciendo es por ejemplo: "ahora no, que estoy ocupado", "no ves que estoy hablando por teléfono!", "hoy no puedo", "voy saliendo", etc. A mi manera de ver, los niños son sumamente inteligentes y perceptivos, y muy capaces de entender un no. Por lo mismo, me parece muy importante y un buen ejercicio para los padres, tomar conciencia de que tan claros y coherentes son nuestros mensajes verbales y corporales en la comunicación con ellos.
La habilidad de luchar por lo que uno quiere, es una cualidad humana básica y muy importante para la vida. En los mas pequeñitos se manifiesta con harto ruido y movimiento "quiero mi chupete!!". Desde los siete años, los niños empiezan a dar argumentos, junto a muchas preguntas para conseguir lo que quieren. Esto es parte del desarrollo normal, y es desafío de los padres guiar esa energía llena de vitalidad y motivación de sus hijos. ¿La estaremos silenciando?
La educación ocurre entre lineas, en ese espacio relacional donde se dan diferentes climas: respeto, tensión, empatía, disfrute, etc.
Los invito a poner atención a ese clima y enfocar la energía en construir momentos de encuentros con sus hijos.
