07/06/2021
💜 Es común clasificar a las emociones en positivas (alegría, esperanza, gratitud, entusiasmo, amor, etc) y negativas (miedo, tristeza, vergüenza, rabia, etc); sin embargo, experimentar y expresar éstas últimas no tiene un significado negativo en sí mismo. Son emociones que pueden ser difíciles y dolorosas, pero también, tienen un rol en nuestras vidas: por ejemplo, el miedo que se experimenta ante un peligro nos permite protegernos del mismo; la tristeza permite que, al expresarla, los demás puedan darse cuenta de que necesitamos apoyo y contención.
De esta manera, el rol de padres no tiene por objetivo que los hijos nunca experimenten emociones displacenteras (porque además es imposible), sino que acompañarlos en este proceso, ayudarlos a reconocerlas y manejarlas, contenerlos y así fortalecer su capacidad de regulación emocional, que es un aspecto clave de una buena salud mental.