El Biomagnetismo médico consiste en el reconocimiento de puntos de energía alterados en nuestro organismo y que en su conjunto están dando origen a una enfermedad o malestar agudo o crónico. Este reconocimiento se efectúa mediante la utilización de imanes pasivos ( no electrificados ni conectados a máquinas electrónicas), que se aplican en diversas zonas del cuerpo como efectuando un rastreo o escáner biomagnético. Una vez reconocidas y confirmadas las zonas que están alteradas en su potencial energético ( y que corresponden con órganos y tejidos que están sufriendo la distorsión), el terapeuta aplica un conjunto de imanes en esos puntos por un tiempo que fluctúa entre 10 y 15 minutos por cada uno y generalmente se aplican en forma simultánea. En teoría puede ejercer un efecto de corrección sobre todas las distorsiones energéticas que se alberguen en un organismo enfermo, cualquiera sea su origen. No obstante la curación absoluta sólo será posible cuando dicha distorción energética no haya causado un daño estructural ( celular) irreversible y cuando la capacidad de reparación no haya sido abolida por efecto del agente causal o la droga aplicada previamente para intentar el control de la enfermedad. El Biomagnetismo es compatible con cualquier terapia de tipo energético, es decir pude utilizarse en conjunto con homeopatía, flores de Bach, Reiki, bioenergética, etc. También puede utilizarse en conjunto con tratamientos alopáticos tradicionales siempre y cuando se justifique su uso y no se disponga de otra alternativa. Sin embargo es frecuente que una vez comenzado el tratamiento con Biomagnetismo las dosis de remedios previos sean disminuidas gradualmente, incluso por el médico tratante convencional.