09/10/2025
Aceites de semillas: ¿son realmente malos para la salud?
En los últimos años se ha hablado mucho sobre los aceites de semillas y su posible impacto en la salud.
En redes sociales y en algunos medios circulan mensajes alarmantes sobre los llamados “8 aceites que se deben evitar”: canola, maíz, semilla de algodón, cártamo, soya, girasol, salvado de arroz y semilla de uva.
Se dice que estos aceites causan inflamación, obesidad e incluso problemas de memoria.
Pero la realidad es más compleja: los aceites de semillas pueden formar parte de una alimentación saludable, siempre que se usen con moderación y en el contexto de una dieta equilibrada.
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¿Por qué se usan tanto?
Los aceites de semillas son muy comunes porque son económicos y soportan bien el calor (tienen un alto punto de humo). Por eso se usan en muchas frituras, comidas rápidas, alimentos procesados y también en la cocina casera.
Sin embargo, lo más importante no es solo el tipo de aceite, sino el conjunto de hábitos alimentarios.
Los alimentos fritos, sin importar el aceite que se use, aportan muchas calorías y grasas. Si se consumen con frecuencia, pueden favorecer el aumento de peso.
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En su forma natural, no son dañinos
Los aceites de semillas también están presentes naturalmente en alimentos como los huevos, las almendras, el tofu o las semillas de chía.
En esas formas no representan un problema.
El riesgo aparece cuando estos aceites se refinan, se ultraprocesan y se consumen en exceso, ya que eso puede aumentar la inflamación en el cuerpo y favorecer enfermedades como la obesidad o la diabetes.
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¿Tienen algún beneficio?
Sí. Los aceites de semillas son ricos en grasas poliinsaturadas, especialmente omega-6, que en pequeñas cantidades pueden ser beneficiosas para el corazón y ayudar a prevenir enfermedades.
El problema es que en la dieta moderna consumimos diez veces más omega-6 que omega-3, lo que puede generar un desequilibrio. Por eso, lo ideal es aumentar los alimentos ricos en omega-3, como el pescado, las nueces o las semillas de chía.
Un estudio mostró que reemplazar una pequeña cantidad de mantequilla por aceites vegetales como canola, soya u oliva puede reducir el riesgo de muerte prematura en un 17 %.
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¿Quiénes deberían tener más cuidado?
Las personas con obesidad, diabetes o riesgo de enfermedades del corazón deberían evitar los aceites de semillas ultraprocesados, que se encuentran en productos como papas fritas, galletas, snacks o comidas rápidas.
En cambio, se recomienda optar por fuentes naturales de grasas saludables, como frutos secos, palta (aguacate), semillas y pescado.
“Usar un poco de aceite de canola para cocinar verduras en casa no es lo mismo que comer comida rápida frita en ese mismo aceite. La diferencia está en la cantidad y la frecuencia.”
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Consejos prácticos
• Prefiere cocinar en casa en lugar de comer alimentos fritos o procesados.
• Si puedes, reemplaza los aceites de semillas refinados por opciones más saludables como aceite de oliva o de palta.
• Equilibra tus grasas: incluye alimentos con omega-3 en tu dieta.
• Modera las frituras y el consumo de comida rápida.
• Recuerda que la clave está en la moderación, no en eliminar completamente un alimento.
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En resumen:
Los aceites de semillas no son “veneno”, pero tampoco deben ser la principal fuente de grasa en la dieta.
Usados con equilibrio, dentro de una alimentación variada y basada en alimentos naturales, pueden formar parte de un estilo de vida saludable.
Doctor Carlos Grekin Garfunkel Nutrición
Nutrición y Diabetes
El Dr. Grekin es un Médico Nutriólogo especialista en Nutrición y Diabetes formado como médico cirujano en la Universidad de Chile.