17/10/2025
Interesante artículo para información al decidir un tratamiento para la obesidad sea médico o quirúrgico
Cirugías o fármacos contra la obesidad? El factor económico gana peso
Matías A. Loewy
"Ya no somos tan sexis, pero somos más baratos". La frase, acuñada por el presidente de la International Federation for the Surgery and Other Therapies for Obesity (IFSO), Dr. Ricardo Cohen, fue repetida varias veces en el último congreso mundial de la entidad celebrado en Santiago de Chile (IFSO 2025) y grafica un férreo consenso entre profesionales que realizan, investigan, impulsan o defienden el papel de las cirugías metabólicas y bariátricas frente al auge de los agonistas del receptor del péptido-1 similar a glucagón (GLP-1) y fármacos relacionados.
El abordaje quirúrgico puede no estar tan en boga como tratamiento para la obesidad, pero sigue siendo una opción más económica y costo-efectiva. Así lo expresó el Dr. David Cummings, profesor de medicina en la División de Metabolismo, Endocrinología y Nutrición de la University of Washington, en Seattle, Estados Unidos, quien estudia los mecanismos hormonales y metabólicos que median los efectos de la cirugía metabólica y bariátrica sobre la diabetes y el peso corporal.
Los agonistas del receptor del péptido-1 similar a glucagón son "estupendos" y la clase de fármacos de más rápido crecimiento en la historia. "El problema es que tienen alto costo", destacó.
En costos absolutos, en Estados Unidos el precio de semaglutida o tirzepatida varía entre 900 y 1.350 dólares/mes frente a 17.000 a 26.000 dólares de la cirugía metabólica. Así que usar alguno de estos fármacos mucho menos de dos años equivale a una derivación gástrica en Y de Roux, "que para la mayoría de las personas va a resolver el problema por el resto de sus vidas", manifestó el Dr. Cummings.
Cuando se analiza el costo de la cirugía metabólica y bariátrica por año de vida ajustado por calidad, una medida teórica de los años vividos en perfectas condiciones, la cifra oscila entre 10.000 y 25.000 dólares, lo que se considera cinco a diez veces por debajo del umbral de la atención médica asequible y muy por debajo del millón de dólares por año de vida ajustado por calidad para semaglutida o tirzepatida, añadió el especialista.
El Dr. Cummings también citó una publicación en JAMA Cardiology que estimó que cerca de la mitad de los adultos en Estados Unidos sería candidata a usar estos fármacos según los criterios originales de índice de masa corporal, por lo que calculó que tratar a toda esa población costaría 2,4 millones de millones de dólares por año, "que es aproximadamente tres veces lo que gastamos en ejército y defensa".[1]
La Dra. Ildiko Lingvay, máster en salud pública, especialista en endocrinología y profesora de medicina en la University of Texas Southwestern, en Dallas, Estados Unidos, reforzó la declaración. Si bien señaló que se podía enumerar una docena de ventajas del tratamiento farmacológico respecto de la cirugía metabólica y bariátrica, incluyendo el hecho de ser una opción no invasiva, reversible, versátil, escalable y más elegida por pacientes, "varios estudios demuestran que al suspender el tratamiento farmacológico el peso vuelve a subir y la trayectoria es hacia [recuperar] el peso inicial". Esto obliga a sostenerlo en el tiempo, con los costos que implica.
La Dra. Lingvay citó la estimación reciente de un grupo de Tampa, en Estados Unidos, de acuerdo a la cual apenas 9 y 11 meses de tratamiento con fármacos como liraglutida o semaglutida se equiparan al costo de una gastrectomía en manga o una derivación gástrica en Y de Roux, respectivamente. Incluso la opción más económica analizada, exenatida, resulta más costosa que la cirugía después de 15 meses. Y aun si el precio del tratamiento farmacológico bajara a un tercio del actual, el punto de equilibrio se alcanzaría en tres años.
Considerando la efectividad de la cirugía bariátrica en el largo plazo y la mayor magnitud del descenso de peso que se alcanza, "si yo fuera asesora financiera de estos pacientes [con obesidad grave] y me preguntan cuál es la opción de tratamiento adecuada, tendría una respuesta muy clara", señaló la Dra. Lingvay.[2]
"¿Quién no querría el tratamiento más rentable?"
Otro reflejo de la centralidad que adquirió la dimensión económica en el ambiente de la cirugía metabólica y bariátrica es que el premio a la mejor presentación oral en el Congreso IFSO 2025 fue para el Dr. Michael Edwards, profesor asociado de cirugía de la Mayo Clinic, en Jacksonville, Estados Unidos, por un estudio que comparó los gastos de bolsillo en poco más de 1.000 pacientes con seguro de salud que recibieron derivación gástrica en Y de Roux o agonistas del receptor del péptido 1 similar al glucagón por diabetes de tipo 2 y obesidad clases 2 o 3.
Los resultados del estudio conducido por el Dr. Edwards fueron elocuentes: luego de dos años la cirugía se asoció con reducción promedio del gasto de 704 dólares (intervalo de confianza de 95 % [IC 95 %]: 408 a 1001; p
El Dr. Grekin es un Médico Nutriólogo especialista en Nutrición y Diabetes formado como médico cirujano en la Universidad de Chile.