26/05/2023
Desde los andamios, las cenizas de Mariano se esparcieron al viento...
El recién pasado 23 de mayo, como un guiño al día en que fue ordenado sacerdote, una porción de las cenizas de Mariano fue esparcida al aire. Tal como él lo deseara, el acto se realizó afuera de lo que por durante diez años (1992-2002) fue su "casucha", la llamada Penélope.
En plena calle, desde un pequeño andamio, diferentes pobladores de cada uno de los sectores de La Legua cumplieron con su voluntad.
La actividad comenzó en la plaza Salvador Allende, en el corazón de la población. Ahí distintas voces, gestos y símbolos dieron paso a una caminata que tuvo en los rostros de los muchachos de la Comunidad Terapéutica "Joven Levántate" un sentido momento comunitario. Luego, amenizado con pan y tesito, vecinas/nos de La Legua, amigas y amigos, compañeras/ros, pobladores de Villa Francia, de Digna Rosa y diferentes lugares de Santiago se dirigieron a la calle Carlos Fau donde se llevó a cabo el rito antes descrito.
Entre la emoción y el tributo, entre la conmemoración y el Evangelio, es posible que los ahí presentes se devolvieran a sus propias vidas, a los sueños y opciones, de dignidad y amor, que alguna vez abrazaron acompañándose de su amigo y hermano, el cura obrero Mariano Puga Co**ha.