03/12/2025
Hoy es un día para reflexionar sobre la discapacidad en todas sus formas. Desde la psicología, queremos visibilizar aquellas que a veces pasan desapercibidas a simple vista: las asociadas a condiciones del neurodesarrollo (como el autismo o el TDAH) y a las enfermedades mentales.
Estas realidades pueden generar desafíos profundos en su día a día. La verdadera discapacidad a menudo surge del choque entre una forma distinta de procesar el mundo y un entorno que no está preparado para entenderla o acogerla.
📌Estas barreras son reales y cotidianas:
▪ Un aula que exige una atención constante, sin considerar los ritmos neurodivergentes.
▪ Un espacio de trabajo abrumador, sin opciones para regular los estímulos sensoriales.
▪ La incomprensión social ante la necesidad de cancelar un plan por ansiedad, o la dificultad para mantener una conversación en un grupo.
▪ El peso del estigma, que aísla y hace callar.
📌Como sociedad, cada persona puede:
▪ Informarse para entender, reemplazando prejuicios con datos y empatía.
▪ Escuchar las experiencias de las personas que viven con estas condiciones, creando espacios seguros para que hablen sin miedo.
▪ Ser flexible en expectativas y ofrecer apoyo simple: "¿En qué puedo facilitarte esto?".
▪ Utilizar un lenguaje respetuoso y desafiar comentarios estigmatizantes en su entorno.
▪ Promover entornos accesibles, apoyando políticas y espacios que consideren la diversidad cognitiva y emocional.
📌Detrás de cada término clínico hay una persona que busca conectarse, aprender y contribuir. Una persona que merece vivir en una sociedad que no solo hable de inclusión, sino que adapte sus espacios, sus ritmos y su corazón para hacerla posible.