20/09/2025
Muchas personas creen que abuso sexual es solo lo que implica tocar el cuerpo. El reciente caso de Raffaella di Girolamo vs. Cristián Campos nos recuerda que hay muchas conductas que son abuso sexual aunque no haya contacto físico directo, que dañan igual o más, y que muchas veces quedan invisibilizadas.
En la denuncia, el juez acreditó tres hechos de connotación sexual ocurridos cuando Raffaella era menor de edad: miradas, tocamientos indirectos, masajes bajo engaños, y una acción que implicó cercanía corporal mientras dormía sin darse cuenta.
Estos son ejemplos claros de cómo el abuso puede manifestarse sin penetración ni agresión física obvia:
▶️Cuando se cruza una línea de confianza para generar intimidad sexual subliminal.
▶️Cuando se usan excusas (“masajes”, “ayuda”, “tocar para revisar”) para aproximarse sexualmente.
▶️Cuando hay desnudez, exposición o contacto corporal sin consentimiento, aún si la persona no se “da cuenta” en el momento.
▶️Cuando se induce a la persona menor a situaciones sexuales a través de manipulación emocional, promesas, o abuso de autoridad.
Lo doloroso es que muchas de estas conductas no tienen sanción si prescriben los delitos, si no hay pruebas físicas visibles inmediatas o si los sistemas judiciales no consideran los testimonios con la seriedad que se merecen. En este caso, aunque se reconoció que los hechos ocurrieron, la causa fue sobreseída por prescripción.
Pero reconocer estos hechos importa. Porque:
Visibiliza el daño: La víctima no está sola, no inventa; no todo lo que daña deja marcas inmediatas.
Permite la prevención: Saber reconocer estas señales ayuda a proteger a niñas, niños y adolescentes.
Cambia la cultura de silencio: Cuando estos casos se discuten abiertamente, presionamos para que la justicia y la sociedad no ignoren lo no visible.
El abuso sexual no es solo lo que se palpa. También duele, violenta y destruye lo que no se ve. Es urgente que todos comprendamos que lo que afecta el cuerpo puede ser mucho más que un contacto explícito, y que el respeto, el consentimiento y el cuidado deben aplicarse siempre, incluso en aquello que parece “leve”.