04/04/2024
Comenzando a ver la película 'La
Sociedad de la Nieve', me detuve en esta poderosa frase: 'Hay que regresar al pasado, sabiendo que el pasado es lo que más cambia'. Profunda y evocadora, nos recuerda que el pasado no es estático, sino más bien un tejido de recuerdos, interpretaciones y significados que evolucionan a medida que nosotros mismos cambiamos.
La manera en que una de las historias de supervivencia más impresionantes, conocida por muchos, vuelve a ser narrada con la intención de dar voz a aquellos que no volvieron, nos muestra el poder que tenemos de reinterpretar para crear espacio a la esperanza, la resiliencia y la transformación.
Regresar al pasado no significa simplemente recordar, sino reinterpretar lo ocurrido desde una nueva perspectiva, reconociendo la agencia que tenemos para dar forma a nuestra propia historia. Es un acto de empoderamiento, donde nos liberamos de las narrativas limitantes y construimos nuevas historias que nos permiten avanzar.
Así que, mientras miro hacia atrás, me pregunto:
¿Somos conscientes de cómo hemos construido nuestras identidades a través de las historias que contamos sobre nosotros mismos? ¿Cómo puedo abrazar mi pasado con compasión? ¿Y cómo y en base a qué he ido reescribiendo mi propia historia?