24/02/2025
¡DISCUSIÓN EN VACACIONES!
Con un grito de frustración, cansancio y una tensión que se respiraba terminó nuestras vacaciones.
Mi marido trabaja todo el día, mi hija de 13 entre colegio y actividades extraprogramáticas y mi hijo de 5 años diagnosticado con TEA entre Jardín y terapias en Estimula y yo dedicada a mi familia tiempo completo.
Siempre he pensado que las vacaciones son una oportunidad de reconectar con tu familia, pero estas vacaciones fueron distintas, después de horas entre estacionar y almorzar, llegamos a la playa, llevábamos 30 minutos recién sentados en la arena, nos descuidamos solo 2 minutos, y mi pequeño se nos había perdido en la multitud, fueron minutos de caos, nos gritábamos, mi hija lloraba y entre medio de eso una familia nos grita ¡Aquí está!, el alivió nos invadió, pero quedamos con muchas emociones comprimidas.
Los días siguientes estuvimos cada uno desde el celular y con el foco en mi hijo pequeño, hasta que el último día explotó todo.
Mi marido le pregunta a mi hija si está preparada para entrar a clases, ella se comienza a llorar y se encierra en la pieza de la cabaña que arrendamos. En ese mismo momento, miro a mi marido y lo encaro directamente, sin preguntar qué había pasado.
El me grita por primera vez en 15 años y explota, por primera vez me dice como se siente desde el diagnóstico de mi hijo pequeño, más allá de escuchar, le enrostré que me sentía sola criando y llevando la familia en mis hombros.
Entre medio mi hijo pequeño se descompensa por los gritos, lo tomo en brazo, mi marido se silencia rápidamente y sale mi hija a gritarnos, que estaba harta de esta familia, estaba harta de no ser considerada en nada, de estar sola y sentía que estas vacaciones podrían haber sido distintas, pero la atención desde el día 1 se fue a su hermano, se puso a llorar y nos dijo hoy es el último día de vacaciones y tendré que esperar un año más para que la podamos tomar en cuenta.
Con mi marido nos miramos en medio del caos, nos abrazamos y nos contuvimos.
No podemos devolver el pasado, pero si de algo estamos seguro, el apoyo profesional será necesario para no solo reconectar, sino también sanar.